El presidente chino, Xi Jinping, visitará Perú y Brasil la próxima semana para participar en las cumbres del APEC y el G20. Este viaje, que se llevará a cabo del 13 al 21 de noviembre, marca un hito en las relaciones diplomáticas entre China y Sudamérica.
Según el Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Xi estará en Lima del 13 al 17 de noviembre, donde asistirá al 31.º Encuentro de Líderes Económicos de la APEC, invitado por la presidenta peruana, Dina Boluarte. Posteriormente, se trasladará a Río de Janeiro para participar en la 19.ª cumbre de líderes del G20, invitado por el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.
Este viaje se produce en un contexto de creciente cooperación económica entre China y América Latina, donde Brasil se ha consolidado como el principal socio comercial de China en la región. La visita de Xi Jinping también coincide con la presencia del presidente estadounidense, Joe Biden, en ambas cumbres, lo que añade un matiz de competencia geopolítica en el escenario internacional.
China se ha convertido en el principal socio comercial de Brasil, con intercambios que alcanzan los 180.000 millones de dólares en 2023. Las exportaciones chinas hacia Brasil incluyen semiconductores, teléfonos y productos farmacéuticos, mientras que Brasil exporta principalmente productos agrícolas como soja, maíz, azúcar y carne. Esta dinámica comercial resalta la interdependencia económica entre ambos países y la importancia de las relaciones bilaterales.
Desde su regreso al poder, el presidente Lula da Silva ha buscado mantener un delicado equilibrio entre profundizar los vínculos con China y mejorar las relaciones con Estados Unidos. Este enfoque se ha visto reflejado en la participación activa de Brasil en foros internacionales, donde tanto Pekín como Brasilia han intentado posicionarse como mediadores en conflictos globales, como el de Ucrania, por lo que rechazan sanciones contra Rusia.
La visita de Xi Jinping también tiene implicaciones para la Iniciativa de la Franja y la Ruta, un proyecto de infraestructura que busca expandir la influencia de China en el exterior. Brasil, junto a otros países sudamericanos, ha mostrado interés en unirse a esta iniciativa, lo que podría transformar la infraestructura y el comercio en la región. La reciente visita de Lula a China y la de su vicepresidente, Geraldo Alckmin, son pasos significativos hacia la integración de Brasil en este ambicioso proyecto.
La visita de Xi Jinping a Perú y Brasil representa una oportunidad para fortalecer las relaciones económicas y diplomáticas entre China y América del Sur. Con la participación de líderes de ambas naciones en cumbres internacionales, se espera que se aborden temas cruciales que impactan no solo a los países involucrados, sino también al equilibrio geopolítico global.
