Venezuela y Rusia han firmado 17 acuerdos de cooperación en áreas estratégicas que abarcan la lucha contra el espionaje, la cooperación militar y las inversiones energéticas. Estos pactos se concretaron durante la XVIII reunión de la Comisión Intergubernamental de Alto Nivel (CIAN) en Caracas, con la presencia de altos funcionarios de ambos países. El presidente Nicolás Maduro describió estos acuerdos como el inicio de un "camino de cooperación" que proyecta beneficios hasta el año 2030.
En la ceremonia, el mandatario afirmó que con estos acuerdos se consolida la relación entre Caracas y Moscú, describiendo el acto como un hito que marca el fortalecimiento de la "unión y cooperación de Rusia y Venezuela". El evento contó con la participación de la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, y el vicepresidente de gobierno de Rusia, Dmitry Chernishenko, quienes reafirmaron los compromisos en defensa, inteligencia y economía.
La cooperación entre ambos países se enfoca en sectores clave, especialmente en defensa e inteligencia. Venezuela y Rusia acordaron colaborar en la implementación de tecnologías de contrainteligencia y el uso de drones para labores de vigilancia. Además, se contempla la asesoría técnica y la provisión de equipamiento militar por parte de Rusia, un compromiso subrayado por Chernishenko, quien afirmó: "Estamos listos para cubrir sus necesidades militares" con equipo avanzado.
El apoyo ruso en defensa incluye el suministro de maquinaria militar sofisticada para la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, una medida respaldada directamente por el presidente ruso, Vladimir Putin. Delcy Rodríguez agradeció esta colaboración, resaltando su importancia para el "resguardo de la integridad territorial" de Venezuela. Los acuerdos buscan fortalecer la soberanía del país a través de tecnología avanzada y entrenamiento especializado.
Los pactos también incluyen inversiones en el sector energético, donde Rusia proporcionará capacitación y asesoría técnica en servicios petroleros y en la recuperación de crudos extrapesados. Esto resulta crucial para la economía venezolana, que ha sufrido años de crisis en su industria petrolera. Chernishenko destacó que Rusia considera a Venezuela un "socio confiable" en América Latina, y está dispuesto a contribuir con capital y experiencia para recuperar la producción energética venezolana.
