El año 2024 no ha comenzado con el pie derecho para la Gigafábrica de Tesla en Berlín. Tras un 2023 donde la marca californiana de autos eléctricos alcanzó cifras récord, los nuevos desafíos que enfrenta en el presente han tensionado el ambiente laboral, situando al personal en una situación complicada. Modelos tan esperados como el Robotaxi y el Model 2 están en el centro de atención, pero internamente, la situación es más preocupante de lo que se anticipó.
El Model Y, fabricado en Berlín, continúa siendo líder en ventas en el mercado europeo. Sin embargo, el clima laboral dentro de la planta alemana está lejos de ser el ideal. Directivos de la fábrica han decidido investigar a sus trabajadores debido a un alarmante incremento en las cifras de absentismo laboral. Según un informe publicado por el medio alemán Handelsblatt, en agosto, un notable 17% de los trabajadores se ausentaron por enfermedad, lo que supera con creces la media de la industria alemana.
La Gigafábrica en Berlín, que emplea a aproximadamente 12,000 personas, ha pasado por episodios complejos en los últimos meses. Entre las denuncias de los trabajadores se encuentran condiciones laborales que exigen mejoras, presiones significativas para alcanzar objetivos y fallas en seguridad dentro de las instalaciones. Adicionalmente, las protestas de trabajadores y de la comunidad local han incrementado la tensión respecto a los planes de expansión de la fábrica, afectando tanto a la producción como a la percepción pública.
Estas condiciones han impactado notablemente el rendimiento operativo de Tesla en Berlín, llevándola a enfrentar interrupciones sustanciales en su cadena de suministro. Esta situación ha resultado también en una disminución del 16% en el registro de nuevos vehículos desde enero hasta agosto. Esta caída se da en un marco de desaceleración de la demanda global del mercado automotriz, agravada por un incidente ocurrido en marzo: un incendio causado por un acto de sabotaje que obligó a la fábrica a detener sus actividades durante varios días.
El informe se revela que algunas de las medidas adoptadas por la dirección de Tesla han generado controversia. Se ha informado que altos cargos de la planta alemana visitaron los domicilios de empleados que se encontraban de baja por enfermedad. Esta práctica, calificada de «absurda» por Dirk Schulze, representante de IG Metall, sindicato influyente en Alemania, ha resultado en tensiones significativas. Estas visitas han provocado confrontaciones, incluso con amenazas de intervención policial, añadiendo presión a una situación ya de por sí preocupante.
El propio Elon Musk, siempre activo en su red social X, ha reconocido las tensiones dentro de la planta y declaró estar investigando los acontecimientos. “Esto parece una locura. Lo estoy investigando”, publicó en referencia a la vigilancia a sus empleados o a las visitas inesperadas por parte de la dirección a los trabajadores enfermos. El comentario captura la creciente preocupación que enfrenta Musk en su planta europea, al tiempo que intenta navegar por los problemas que se multiplican.
La situación en la Gigafábrica de Berlín destaca los retos que enfrenta Tesla más allá de sus innovaciones tecnológicas. Con la atención dividida entre resolver conflictos internos y continuar respondiendo a las expectativas del mercado, la marca se encuentra en una encrucijada crítica. A medida que avanzan las semanas, el enfoque de los directivos en gestionar estos problemas será crucial para restablecer la estabilidad y confianza en uno de sus proyectos más ambiciosos en Europa.