Nos contaba en una comida Martín Caparrós que, en uno de sus viajes a un conflicto bélico, tuvo que sacar a Kapuscinski del hotel para hacer trabajo de campo después de que cogiera su teléfono y le dijera a la mujer del argentino que «habían estado en sitios peores». «Ahora vas a ver cómo de malo es este sitio». Y el hombre que decía que el periodismo no es oficio para cínicos aprendió la verdad de la profesión de manos de quien fuera su alumno. Ha pasado tiempo desde la anécdota pero las cosas no han cambiado tanto. Se sigue hablando sin saber o peor, se va a los sitios para figurar y contarlo. Para dramatizar con una tragedia ya...
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