El papa Francisco reflexionó sobre el ejemplo a seguir para los católicos, homenajeó a los cardenales y referentes eclesiásticos fallecidos a fines de 2023 y reveló el camino para encontrar "la salvación" y "liberarse de la muerte".
El líder de la Iglesia católica utilizó el pasaje la Biblia donde Jesús dialogó con un ladrón crucificado a su lado durante la Pasión y remarcó: "Dios siempre escucha a los cristianos, inclusive a la oración del pecador".
El excardenal Jorge Bergoglio tomó la lectura del Evangelio durante su homilía como principal metáfora durante la reflexión dominical. El papa Francisco indicó que "el buen ladrón nos representa a todos".
"Meditemos sobre este acto: recordar que significa 'traer de nuevo al corazón'. Aquel hombre, crucificado con Cristo, convierte un dolor extremo en una oración: ‘Llévame a tu corazón, Jesús'. Y no lo pide con voz agónica, de perdedor, sino con un tono lleno de esperanza", repasó.
El referente de la Iglesia católica contó además que el personaje que acompaña a Cristo se encuentra "desnudo ante la muerte y solo busca un corazón acogedor". Con esta figura, el sumo pontífice simbolizó la actitud que deben tomar los cristianos al rezar.
"El señor escucha la oración del pecador, hasta el final, como siempre. Traspasado por el dolor, el corazón de Cristo se abre para salvar al mundo. Jesús muere con nosotros, porque da la vida por nosotros", concluyó.
El referente católico en el Vaticano explicó que fragmento de la Biblia invita a no solo recibir las cosas buenas, sino también las malas como "agravios, cuentas pendientes, amigos y adversarios" y "guardarlas en nuestro corazón".
"Volviéndose al corazón de Dios, los hombres de hoy y también los de todos los tiempos pueden esperar la salvación, porque la memoria del Señor custodia toda la historia. Él es el juez compasivo y misericordioso. Está cerca de nosotros", cerró el papa Francisco.
"En aquel tiempo, uno de los que estaban sentados a la mesa con Jesús le dijo: 'Dichoso aquel que participe en el banquete del Reino de Dios'
Entonces Jesús le dijo: 'Un hombre preparó un gran banquete y convidó a muchas personas. Cuando llegó la hora del banquete, mandó un criado suyo a avisarles a los invitados que vinieran, porque ya todo estaba listo. Pero todos, sin excepción, comenzaron a disculparse. Uno le dijo: ‘Compré un terreno y necesito ir a verlo; te ruego que me disculpes'. Otro le dijo: ‘Compré cinco yuntas de bueyes y voy a probarlas; te ruego que me disculpes'. Y otro más le dijo: ‘Acabo de casarme y por eso no puedo ir'.
Volvió el criado y le contó todo al amo. Entonces el señor se enojó y le dijo al criado: ‘Sal corriendo a las plazas y a las calles de la ciudad y trae a mi casa a los pobres, a los lisiados, a los ciegos y a los cojos'.
Cuando regresó el criado, le dijo: ‘Señor, hice lo que me ordenaste, y todavía hay lugar'. Entonces el amo respondió: ‘Sal a los caminos y a las veredas; insísteles a todos para que vengan y se llene mi casa. Yo les aseguro que ninguno de los primeros invitados participará de mi banquete'".