Cuando ves salir por la puerta al jugador que ha marcado más de un tercio de los goles de tu equipo y optas por no tirar de talonario para sustituirlo, creas un vacío que solo el colectivo puede llenar. Ese es el planteamiento del entrenador del
París Saint-Germain, Luis Enrique, para colmar la ausencia de
Kylian Mbappé, que la pasada campaña logró 44 de los 124 goles del club de la capital.
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