La Guardia Civil ha investigado a una conductora como presunta autora de un delito contra la seguridad vial, al ser sorprendida en la autovía A-4 cuando conducía haciendo uso del teléfono móvil, arrojando además una tasa de alcoholemia seis veces superior a la permitida al volante.
El Instituto Armado ha informado de que la actuación fue realizada por agentes del Destacamento de Tráfico de Écija (Sevilla), quienes una vez acordaron su detención reglamentaria para la formulación de la denuncia por el uso del móvil mientras conducía, se percataron de que estaba con síntomas evidentes de hallarse bajo la influencia de bebidas alcohólicas.
En el etilómetro, esta conductora arrojó una tasa de 1,52 miligramos de alcohol por aire espirado en la primera prueba y 1,58 en la segunda, tasa positiva seis veces superior a la permitida por la ley.
Para este tipo de delitos el Código Penal contempla una pena de prisión de entre tres y seis meses o una multa económica de entre seis y doce meses, así como trabajos en beneficio de la comunidad de una duración de entre 31 y 90 días.
En cualquiera de los casos, será inevitable para el conductor infractor la pena de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por un tiempo superior al año y hasta cuatro años como máximo.
Asimismo, utilizar el teléfono móvil mientras se conduce es motivo de una multa económica de 200 euros y conlleva una merma de seis puntos en el carné de conducir.
