Pedro Sánchez se ha justificado estos días diciendo que él se hace fotos con mucha gente tras los actos públicos, en relación a la instantánea publicada la semana pasada por el diario El Mundo, en la que el presidente del Gobierno aparece con Víctor de Aldama, el “nexo corruptor” de la trama Koldo, según el juez.
En el entorno del líder del PSOE están convencidos de que la filtración de la fotografía es un aviso, “una advertencia muy seria”, de lo que pueden llegar a “tirar de la manta” los implicados en la trama Koldo si se sienten desamparados.
La pregunta en el Gobierno es quién filtró la fotografía, porque el poseedor tenía que ser Koldo García, aunque se cree que la imagen se encontraba en el teléfono móvil del propio Aldama.
En la parte socialista del Ejecutivo se lo toman también como una advertencia de que, si las cosas se ponen mal para el exministro Ábalos, Aldama…, el futuro de Pedro Sánchez se puede complicar, porque hasta ahora ninguno de ellos ha insistido en el famoso ‘numero 1’.
En el último informe del caso Koldo, los investigadores de la UCO se refieren al jefe del Ejecutivo como “el 1”, que autorizó y fue partícipe de las gestiones realizadas por Aldama en el ‘Delcygate’.
Los agentes del Instituto Armado incluyeron un intercambio de mensajes entre Pedro Sánchez y su entonces ministro de Transportes, José Luis Ábalos, en el que se reveló el conocimiento y el plácet del presidente del Gobierno a la visita a España de la número dos del régimen de Nicolás Maduro, Delcy Rodríguez, pese a tener prohibida su entrada en territorio Schengen desde 2018.
El Chivato ha podido escuchar, en ámbitos periodísticos, que el entorno del ex asesor de Ábalos, Koldo García, ha venido mostrando y presumiendo de la foto de Sánchez con Aldama ante varios periodistas que siguen desde hace meses el presunto caso de corrupción, al menos 15 días antes de que fuera publicada por El Mundo.
Estos profesionales pudieron comprobar que en la imagen solo aparecían Sánchez y Aldama de cuerpo completo y ambos sonrientes.
Los interlocutores se jactaban en esas conversaciones privadas con periodistas de varios medios de que esa fotografía, junto a otras pruebas, serán usadas por el cabecilla de la trama como baza negociadora para demostrar que el presidente del Gobierno sí le conocía sobradamente.
Sánchez no ha querido revelar por ahora cuántas veces se ha reunido, él o su mujer, con Aldama.