La cuenta atrás para las elecciones de EE UU ha comenzado. La próxima semana se conocerá el inquilino de la Casa Blanca los próximos cuatro años. Con encuestas que apuntan a un resultado muy ajustado entre Trump y Harris, cada voto cuenta, por lo que no resulta extraño que los candidatos cambien de piel cual camaleón para ganarse el favor del electorado. Y, si para eso es necesario convertirse en un gurú de las criptomonedas, tras denostar al bitcoin («estafa contra el dólar», lo llamó), pues uno se convierte. Eso es lo que parece haberle sucedido a Trump.
En un giro de última hora, el candidato ha decidido, junto con sus tres hijos, probar suerte en el mundo de las criptomonedas lanzando la plataforma «World Liberty Financial». Con grandes expectativas, el equipo anunció su meta de recaudar 300 millones de dólares para el proyecto y, a las pocas horas de abrir la venta de sus tokens WLFI, ya habían recaudado doce millones. Eso sí, sus seguidores pueden estar tranquilos, ya que de los 20.000 millones de tokens disponibles, todavía quedan muchos en el mercado.
La respuesta de la industria no se ha hecho esperar. Los ejecutivos del sector están preocupados por la reputación que trae este proyecto, ya que argumentan que la falta de protecciones para los inversores y el pasado «variopinto» de algunos directivos no inspira precisamente confianza. En este sentido, «Financial Times» recuerda que uno de ellos se hizo famoso por enseñar a hombres a «ligar» con mujeres, mientras que otro ha enfrentado acusaciones de fraude.
Pese a los titubeos de los líderes cripto, el sitio web de «World Liberty» promete llevar la libertad al mundo financiero, apelando a esa famosa «marca Trump» que, por supuesto, no deja indiferente a nadie. Trump, metido ahora a «criptobro», se autoproclama «defensor principal del cripto» promoviendo el proyecto en sus redes sociales.
Aunque Trump ha adoptado una postura favorable hacia las criptomonedas en su campaña, analistas y líderes de la industria observan con escepticismo su implicación. A esto se suma la preocupación por el posible conflicto de intereses que conlleva su participación en una empresa de criptomonedas mientras es candidato presidencial, lo que algunos ven como una estrategia para atraer al creciente grupo de seguidores de las criptomonedas. Además, los analistas señalan que el token de «World Liberty Financial» da derechos de votación a sus propietarios, pero no incluye beneficios directos ni la posibilidad de revenderlo a la empresa.
En el lanzamiento, la página web se bloqueó, generando más dudas sobre la fiabilidad de la plataforma. Ante este panorama, los líderes de la industria no saben si reír o llorar. Tras un 2022 de escándalos y quiebras, muchos se han esforzado en impulsar una imagen de transparencia y regulación en el mundo cripto, y ahora ven cómo este proyecto podría echar por tierra ese trabajo. «Es frustrante ver un proyecto que, en lugar de proteger a los inversores, se basa en el brillo mediático de Trump», comentó uno de los principales actores de fondos de cobertura cripto.
Pero el espectáculo no termina aquí. Justo en la recta final de su campaña, Trump también promete acabar con la persecución que, según él, sufre el sector, con lo que se ha ganado el respaldo de destacados actores en tecnología. Algunos analistas, como Yesha Yadav, decana de la Facultad de Derecho de Vanderbilt, incluso se preguntan si este proyecto pondrá un peso extra en la balanza sobre cómo se regulará la industria. ¿Será «World Liberty Financial» el inicio de una nueva revolución financiera o una pieza más en el show mediático de Trump? Solo el tiempo lo dirá.