El peso mexicano será una ganga la próxima semana, independientemente del resultado de las elecciones en Estados Unidos, según el jefe de investigación de Ashmore Group, Gustavo Medeiros.
Si Donald Trump vuelve a la Casa Blanca, utilizará sus amenazas de aranceles elevados simplemente como una táctica para renegociar el acuerdo comercial entre Estados Unidos, México y Canadá firmado durante su primer mandato, indicó Medeiros. Las políticas de Trump no cambiarán la historia estructural de México, agregó.
“Mi estrategia es comprar México después de las elecciones”, señaló en una entrevista en Nueva York. “No creo que la gente esté prestando atención”.
Comprar pesos va en contra de la opinión generalizada entre los operadores de divisas, que temen que México sea uno de los países más afectados por los aranceles de Trump, dada su condición de mayor socio comercial de Estados Unidos.
El peso ha sido uno de los mayores perdedores entre sus principales pares este año, hundiéndose un 15.7 por ciento frente al dólar para cotizar por encima de los 20 pesos por dólar, cerca de mínimos de varios años.
Medeiros dijo que el mercado está sobrevendiendo el peso en vísperas de unas elecciones demasiado reñidas.
Una victoria de Kamala Harris provocaría un repunte de la moneda. Por otra parte, las políticas de Trump, afirma, pondrán fin a un periodo de excepcionalismo para Estados Unidos que ha visto a las acciones, los bonos y el dólar apreciarse indiscriminadamente.
“Jugaré con el peso mexicano frente al dólar”, sostuvo.
Medeiros, con sede en Londres, asesora a los gestores de cartera que compran acciones, divisas y bonos en todo el mundo en desarrollo para la firma, que gestiona unos US$51.800 millones en activos.
El fondo de deuda de mercados emergentes de Ashmore, que cuenta con US$349 millones, ha obtenido una rentabilidad superior al 19 por ciento en el último año, superando a más del 80 por ciento de sus pares, según datos recopilados por Bloomberg.
Este año se ha abstenido de favorecer al peso, pero considera que las elecciones en Estados Unidos son un momento clave.
“Estoy dispuesto a cambiar y adoptar una postura de marketweight sobre las tasas mexicanas y de comprar en las acciones locales”, afirmó. “No veo más catalizadores negativos”.
