Estados Unidos está a unos días de que se lleven a cabo las elecciones presidenciales de 2024, donde compiten por la Casa Blanca la vicepresidenta Kamala Harris y el expresidente Donald Trump.
En las encuestas más recientes (CNN y The New York Times) sobre preferencias electorales, parece haber un empate técnico entre Trump y Harris, según datos recopilados en octubre.
Mientras ambos intentan atraer a más votantes y visitan estados clave en los últimos días previos a los comicios, un desafortunado comentario racista contra la población puertorriqueña en un evento de Trump podría darle un “revés” a su campaña.
En un evento en Madison Square Garden, el 27 de octubre, el comediante Tony Hinchcliffe dijo: “Literalmente hay una isla flotante de basura en medio del océano en este momento, creo que se llama Puerto Rico”. Esto ha hecho que las y los puertorriqueños pidan un voto de censura contra Trump.
Puerto Rico es una isla del Caribe, cerca de República Dominicana. Es un territorio no incorporado de Estados Unidos, considerado como un “estado libre asociado”. Está sujeto a los poderes del Congreso de Estados Unidos, por lo que su presidente es estadounidense.
Los comentarios causaron una profunda ofensa que se extendió por la comunidad puertorriqueña de Estados Unidos y más allá, y ha provocado reacciones de políticos y artistas, así como una nueva ola de apoyos a la campaña de Kamala Harris y su compañero de fórmula, Tim Walz.
Una ofensa contra una población, aunque sea minoría, puede traer consecuencias reales en un momento tan importante de la campaña. Si bien los resultados de las elecciones en EU dependen del colegio electoral, finalmente todo se reduce a lo que suceda en los siete estados indecisos: Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Carolina del Norte, Pensilvania y Wisconsin.
En este contexto de empate técnico entre las candidaturas de Trump y Kamala Harris, y tras el desafortunado comentario en un evento trumpista, ¿es importante el sentir de la población de Puerto Rico?
Puerto Rico es un territorio no incorporado de Estados Unidos, no es un estado y por lo tanto no tiene ningún voto del colegio electoral. Sin embargo, los puertorriqueños sí son ciudadanos estadounidenses (el estatus se remonta a 1917) y pueden moverse libremente tanto en Puerto Rico como en EU, apunta The Conversation.
Los puertorriqueños que viven en la isla no pueden votar en las elecciones federales, es decir, no votan por la Presidencia de EU; no obstante, aquellas personas que sí viven en Estados Unidos, son elegibles para votar en los estados donde estén registrados.
Un estudio de Axios muestra que los residentes puertorriqueños suelen votar más por candidaturas demócratas. En los últimos meses, tanto Harris como Trump han apelado a las poblaciones hispanas y latinas para ganar votantes. Si hubiera un número suficiente de puertorriqueños enojados e indignados por los comentarios del comediante Hinchcliffe en el evento de Trump, podría haber un impacto significativo en el resultado electoral, apunta The Conversation.
“Millones de puertorriqueños han tenido vidas y carreras exitosas en los Estados Unidos. A partir de 2021, los puertorriqueños representan el 2% de la población de EE. UU. (5.8 millones, frente a los 4.7 millones en 2010). A pesar de este porcentaje relativamente bajo en general, es la distribución de la población puertorriqueña lo que los hace importantes en las elecciones presidenciales”.
El cantante de reguetón Bad Bunny ha sido activo durante años en temas políticos, haciendo posicionamientos en favor de las poblaciones LGBT y mujeres trans. Recientemente, debido a las elecciones en Puerto Rico, pagó por carteles en San Juan contra el Partido Nuevo Progresista con la leyenda: “Votar PNP es votar por la corrupción”.
Luego de los comentarios sobre Puerto Rico, Bad Bunny homenajeó en un video las riquezas naturales y arquitectónicas de la isla y sus leyendas internacionales en los campos de la política, el deporte y la música, en una muestra de orgullo y resistencia
También Nicky Jam, que previamente había endorsado a Trump, ha dicho esta semana que “Puerto Rico se respeta” y ha retirado su apoyo al republicano.
“Pensaba que (Trump) era lo mejor para la economía de Estados Unidos donde viven muchos latinos, vivimos, me incluyo. Viven muchos inmigrantes que están sufriendo por la economía y él, siendo negociante, pensé era el mejor movimiento”, expresó el artista en su cuenta de Instagram.
“Nunca en mi vida pensé que un mes después iba a venir un comediante a criticar a mi país y hablar mal de mi país, y por ende, renuncio a cualquier apoyo a Donald Trump. Puerto Rico se respeta”, subrayó Jam.
Los líderes de todos los partidos políticos de Puerto Rico, así como renombrados artistas como Ricky Martin y Residente, han expresado desde el pasado domingo su rechazo a las declaraciones del comediante. La cantante Jennifer López, nacida en Nueva York de padres puertorriqueños, se también se sumó a la defensa de la isla.
Más de 50 organizaciones sin fines de lucro en Puerto Rico expresaron el 30 de octubre su “indignación ante las expresiones racistas y de odio” proferidas contra la isla en el mitin de Madison Square Garden.
“Es aterrador e indignante escuchar cómo se expresan de esa forma sobre nuestra gente y simplemente, no lo permitiremos. Ninguna persona, candidato o partido político puede promover violencia y faltarle el respeto al pueblo sin consecuencias”, aseguró el comunicado difundido por Hispanic Federation.
Las organizaciones señalaron que permitir esto “abriría la puerta a más violencia, odio, injusticia y abusos”, todo lo que a través de la historia se ha luchado por erradicar.
Con información de The Conversation y EFE.