Claudia González, quien radica en Houston junto a su esposo e hijo adolescente, disfrutaba de una vida tranquila en Texas. Trabajaba en una escuela primaria como empleada de ingreso de datos y se sentía satisfecha con lo que había logrado. Sin embargo, su estatus migratorio la mantenía en un estado de incomodidad constante. En 2018, decidió iniciar los trámites para obtener la residencia legal permanente en Estados Unidos, sin imaginar que su solicitud sería rechazada cinco años después.
El desenlace de su historia fue aún más impactante: le prohibieron ingresar al país por una década. Este giro inesperado no solo afectó su vida personal, sino que también expone las complejidades del sistema migratorio estadounidense y las dificultades que enfrentan muchos migrantes en su búsqueda de estabilidad y seguridad.
Claudia González, una madre que reside en Estados Unidos, ha enfrentado un camino lleno de obstáculos en su búsqueda por obtener la Green Card. Desde 2018, esta mujer, que vive con su esposo mexicano y su hijo menor, ha estado inmersa en un proceso migratorio que busca regularizar su estatus. A pesar de contar con un permiso de trabajo gracias a la política DACA, su deseo de estabilidad la llevó a contratar un abogado especializado en inmigración.
Durante este tiempo, Claudia ha cumplido con sus responsabilidades fiscales, un aspecto que resalta la importancia de la legalidad en su situación. Según The Texas Tribune, su historia es un reflejo de las dificultades que enfrentan muchos inmigrantes en su intento por establecerse de manera permanente en el país.
Claudia González viajó a Ciudad Juárez en junio de 2023 para ser entrevistada por un funcionario del consulado estadounidense. La razón de su viaje a México fue la falta de una entrada legal a Estados Unidos. Durante dos semanas, se alojó en un hotel mientras cumplía con el proceso de entrevistas, siguiendo el consejo de su abogado de ser honesta en sus respuestas.
En la entrevista, Claudia reveló que había cruzado a Estados Unidos a través de un puente internacional acompañado de una pareja. Esta declaración despertó el interés del oficial, quien insistió en conocer la identidad de las personas que la ayudaron a ingresar al país. Sin embargo, ella no tenía información sobre ellos ni sobre cómo lograron facilitar su paso.
“Fue muy duro recibir ese mensaje, me partió el corazón. Pensé en mi hijo. Acaba de empezar la escuela secundaria, así que pensé que cuando pueda regresar tendrá 24 años y probablemente ya se habrá graduado de la universidad”, dijo al medio The Texas Tribune.
Claudia González enfrenta una situación complicada tras la decisión del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos. Su abogada, Naimeh Salem, expresó su descontento al calificar la medida como “injusta e ilógica”. Según Salem, muchos inmigrantes que cumplen con sus obligaciones fiscales y no han cometido delitos merecen la oportunidad de convertirse en residentes permanentes.
En octubre, se presentó una solicitud de libertad condicional humanitaria para que Claudia pueda ingresar nuevamente a Estados Unidos y reanudar su proceso para obtener la Green Card. Sin embargo, el pedido sigue en espera, lo que mantiene a la mujer en Tamaulipas, donde reside junto a su familia desde que dejó Texas.