Una reciente investigación científica desafía nuestras percepciones sobre los grandes depredadores. Según este estudio, el animal carnívoro más cazador, en términos de número de mayor cantidad de víctimas, no es el que la mayoría espera.
El estudio, realizado por expertos de la Universidad Deakin de Melbourne, reveló datos sorprendentes que contradicen creencias populares sobre la efectividad de algunos depredadores en la caza. Este hallazgo invita a reconsiderar qué animales realmente encabezan la lista de los cazadores más eficaces.
De acuerdo al portal El País, la investigación científica realizada por la Universidad Deakin de Melbourne reveló que el animal carnívoro que más presas mata es el oso.
A pesar de su imagen pacífica, se comprobó que estos mamíferos, conocidos también por su dieta omnívora, matan más presas que los lobos, superando en un 14% la tasa de caza de estos últimos.
El trabajo científico liderado por Luke Emerson y publicado en Biological Reviews también señaló que los depredadores solitarios, como los tigres, pumas y linces, son más eficaces en caza por individuo que los cazadores en grupo, como los leones.
La presencia de grandes carnívoros en los ecosistemas tiene un impacto crucial en su equilibrio.
No obstante, los conflictos con los seres humanos, como las pérdidas de ganado, generan debates acerca de cómo gestionarlos. Según Emerson, si bien los ataques a personas son raros, las tensiones surgen principalmente por la competencia entre humanos y depredadores por el ganado y los herbívoros salvajes.
Por otro lado, la caza como herramienta de conservación genera controversia. La Universidad Estatal de Colorado, a través de la investigación Rebecca Niemiec, ha cuestionado su eficacia.
Si bien la caza de grandes herbívoros sigue siendo útil para la gestión de sus poblaciones, el apoyo a la caza recreativa de carnívoros está disminuyendo por razones éticas.
Niemiec sugiere que los sistemas disuasorios no letales resultan más efectivos para evitar ataques repetidos al ganado, en lugar de depender exclusivamente de métodos letales.