Resulta atronador el silencio cómplice de todos los socios del Gobierno, subrayo todos, ante los escándalos que acorralan a su presidente. Quienes unieron fuerzas contra Rajoy, invocando la necesidad de combatir la corrupción, han desarrollado una tolerancia absoluta al hedor que desprende la putrefacción sanchista. Las imputaciones judiciales tienen ya bajo la lupa al núcleo más íntimo del '1': su mujer, su hermano, su fiscal general o su ex número dos en el partido, sin que los integrantes de la antigua 'liga de la limpieza' alcen la voz. Lo cual es fácilmente explicable. El PSOE, devenido en secta, se limita a repetir el argumentario oficial elaborado cada día en la Moncloa por la auténtica máquina del fango, afincada en sus...
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