El Betis ofrece las mismas oportunidades a todos sus canteranos, pero es cierto que algunos van dando pasos tan importantes pese a sus edades tan tempranas que busca estar preparado para lo que venga. Es lo que pasa con Nico Fernández, 'Trebu' (2008) , apodado así por su gaditano lugar de nacimiento, que es el hermano menor de Enrique Fernández, que hasta el curso pasado pertenecía a la disciplina del Betis Deportivo, hasta el punto de que Pellegrini lo hizo debutar en un encuentro hace ya dos años de Europa League frente al Ludogorets , sustituyendo nada menos que a Guido Rodríguez por unas molestias que sufrió el argentino, dando paso al hermano mayor de Nico, que ingresaba al terreno de juego en su primera cita oficial como verdiblanco y en todo un escenario como era Bulgaria. Fue el pasado 19 de agosto cuando el Betis decidió atar para las tres próximas temporadas, esto es, hasta junio de 2028 , a un 'Trebu' que ha sido promocionado este curso al juvenil del Calavera, adelantando un año su formación al entender los responsables del vivero heliopolitano que el internacional sub 16 con España está a todas luces preparado para asumir el reto de competir con perfiles mayores que el suyo, pese a que viene de superar una lesión que le ha impedido estrenarse en recientes citaciones de la sub 17, que es el paso natural que ahora debe dar después de ser un fijo en las dos anteriores. A diferencia de su hermano Enrique, pivote del Deportivo Fabril, filial del Deportivo de La Coruña , es Nico un perfil de mediocentro de corte más ofensivo con suma calidad del que hablan muy bien aquende la ciudad deportiva Rafael Gordillo. Tanto es así que ha atrapado la atención reciente de la agencia de representación del hermano de Sergio Ramos, René Ramos, que lleva el nombre de RR-Soccer Management Agency, que lo ha fichado para gestionar su incipiente trayectoria profesional. Su desarrollo en cantera es tal que así que el director deportivo Manu Fajardo , al igual que la situación de otras promesas, sigue personalmente los pasos de este joven que viene haciendo carrera en la selección española y que también es garantía de futuro en verdiblanco siempre que las lesiones lo respeten y siga trabajando tan duro como viene haciéndolo hasta ahora, con una madurez impropia a sus dieciséis años. No ha querido hacer público en sus redes sociales el anuncio de su ampliación contractual el propio joven, que proviene de una familia humilde y trabajadora de Trebujena, y que junto a su hermano ha sido formado en los valores de la solidaridad que sus padres, Rafael y Macarena, siempre le han enseñado. También los que explican cómo se crece en el Betis: compromiso e integridad por bandera desde los primeros pasos. Puro compañerismo. Por si fuera poco, la Federación Española de Fútbol le hizo un bonito reportaje el año pasado a toda la familia a razón de su ejemplo solidario dándole cobijo cada verano a niños saharauis que son, cuentan, como hermanos que han ido pasando por la vida de Enrique y Nico. Por entonces Nico estaba atendiendo la llamada de la selección andaluza sub-16 en los Campeonatos Nacionales de Selecciones Autonómicas, cuando todavía su hermano mayor seguía formando parte de la fábrica heliopolitana, donde fue testigo presencial junto a su padre del debut en el filial de Nico el pasado verano ante el Mérida, vistiendo por vez primera la camiseta del Betis Deportivo que dejaba atrás en su camino Enrique. Como en una suerte de traspaso o de justa herencia entre hermanos. Así de bien demostraba tener ya el sentimiento de pertenencia heliopolitano Nico cuando le preguntaban hace un año por qué significaba defender el escudo de las trece barras: «Jugar en el Betis es algo muy bonito, inexplicable, sin palabras. Es un orgullo para mí y mi familia. Mi familia ha sido siempre muy honrada; llevamos 30 años recogiendo saharauis, y este año hemos tenido al hijo del saharaui que tuvo mi abuela hace 30 años . Y tenemos a su otro hijo en casa y a su mujer. Lo estamos ayudando porque tiene un problema de autismo y lo tenemos en casa», reflejaba por entonces el menor de los Fernández López con tan sólo 15, aunque ahora sume uno más. A lo que su madre, Macarena, explicaba en dicho vídeo que las puertas de su casa están abiertas para el vecino sea cual sea su origen de procedencia: «Siempre tratamos de ayudar, eso se lo inculco a mis hijos. Hay que ser humildes porque no sabes en la vida lo que te puede tocar. En el día a día de ellos lo que quiero es que sean buenos compañeros en el campo y como personas. Y lo demás, poquito a poco, vendrá», apostillaba.