El pasado 7 de agosto la selección italiana de waterpolo vivió un día para olvidar. Tras un igualado partido en cuartos de final ante Hungría, otro país con una gran tradición en este deporte, quedó eliminada de los Juegos Olímpicos de París 2024 . En el vestuario italiano, a la desilusión de la derrota se unió la rabia, al considerar que habían sido gravemente perjudicados por los árbitros en un polémico lance de la eliminatoria. Por eso, al encontrárselos más tarde en el parking del pabellón acuático, perdieron los nervios y acabaron agrediéndolos verbal y físicamente . Meses después, aquella pérdida de papeles ha supuesto un durísimo castigo para todos los integrantes del equipo, desde los jugadores al cuerpo técnico, y a la propia selección como tal. La Unidad de Integridad de 'World Aquatics', la federación internacional de deportes acuáticos, les ha impuesto una sanción de 6 meses de suspensión y una multa de 100.000 euros , además de la prohibición a la selección masculina de Italia de participar en la próxima Copa del Mundo. «El órgano de adjudicación de la Unidad de Integridad Acuática ha emitido una suspensión de seis meses al equipo masculino italiano de waterpolo para participar en cualquier competición y evento de World Aquatics por violar el artículo 5 del Código de Integridad Acuática Mundial», explicó 'World Aquatics' en un comunicado oficial. « El equipo italiano de waterpolo masculino no podrá participar en la próxima Copa del Mundo de Waterpolo . Además, el equipo ha sido multado con 100.000 dólares, de los cuales 50.000 deberán pagarse en un plazo de 90 días. Los 50.000 restantes están suspendidos y solo se pagarán si el equipo comete otra infracción del antes del 17 de octubre de 2026», añadió. Los incidentes tuvieron su origen en una polémica acción a 2 minutos y 22 segundos para el final del segundo cuarto. Entonces Francesco Condemi anotó el empate a 3, pero su mano golpeó a uno de los jugadores húngaros en la cara durante el disparo. La acción fue revisada en vídeo por los árbitros, que decidieron anular el gol y expulsar al italiano, dejando a su equipo en inferioridad durante cuatro minutos. Hungría se acabó llevando el partido en la tanda de penaltis, y tras el encuentro el seleccionador italiano Alessandro Campagna «protestó contra los árbitros de forma muy agresiva y antideportiva», según recoge la federación internacional. Sin embargo, lo peor llegaría después, cuando el equipo italiano ya estaba en el autobús para dejar el pabellón rumbo a la Villa Olímpica. Entonces aparecieron en el aparcamiento los árbitros y los italianos enloquecieron. «Cuando el autobús estaba a punto de partir, Italia observó que los árbitros estaban en la zona de aparcamiento. Bajaron del autobús para rodear y agredir verbal y físicamente a los árbitros , así como a los delegados y funcionarios de World Aquatics», explica 'World Acuatics'. El más irritado era el seleccionador Campagna , que «comenzó a arremeter contra los árbitros, acusándoles de ser responsables de lo sucedido durante el partido». Según el informe en el que se basa la sanción, el técnico les espetó frases como «¿qué sabes tú de waterpolo? Eres de Montenegro…» o «tu carrera como árbitro está acabada». Tal fue el acoso de los italianos que los árbitros tuvieron que refugiarse a la carrera en el interior del recinto, donde trataron de buscar ayuda. Tras conocer la grave sanción, la Federación Italiana de Waterpolo ha anuciado que no la recurrirá, pero ha insistido en la existencia de un error grave de los colegiados que influyó en el resultado final del partido. «Como es bien sabido, los recursos presentados por la federación de waterpolo italiana en las 36 horas siguientes al partido, aunque rechazados, condujeron a la admisión por parte de los organismos acuáticos mundiales de la falta de violencia e intencionalidad en la acción de Francesco Condemi, que fue por tanto regular», argumentó. «El 3-3 marcado por el delantero de la 'Settebello' contra Hungría fue válido; el delantero no debería haber sido expulsado, Italia no debería haber jugado 4 minutos con uno menos y los húngaros no deberían haberse beneficiado del penalti del 4-2», agregó.
