Se suma a las salidas de Atutxa y Suso y ya había dejado su escaño y la portavocía en el Parlamento tras las autonómicas
El PNV empieza a votar a sus líderes territoriales y mira a Berriozabal en Álava, Ansola en Bizkaia y Hualde en Navarra
Joseba Egibar (Andoain, 1959) propiciará el relevo territorial más simbólico en el PNV dentro del proceso interno iniciado estos días. El veterano dirigente nacionalista renuncia a continuar al frente de la organización de Gipuzkoa, según ha informado EiTB. Es un cargo al que accedió tras la escisión de EA, en 1987, y del que solamente se ha apartado en un breve período, de 2000 a 2004, aunque siguió en otras funciones de responsabilidad. Egibar ya fue relevado en las recientes autonómicas de su escaño en el Parlamento, al que accedió en 1990. Había sido el portavoz en la Cámara en los últimos lustros.
Con Egibar marchan también Itxaso Atutxa en Bizkaia, José Antonio Suso en Álava y Peio Etxeleku en Iparralde. Sí continuará Unai Hualde, que además es el presidente del Parlamento foral. Este proceso territorial es previo al que vendrá después, a partir de noviembre, para renovar el Euzkadi Buru Batzar. Está en el aire la continuidad de Andoni Ortuzar, que lleva tres mandatos al frente del partido y que ha dicho que tiene tomada la decisión, aunque no la haya trasladado.
Egibar ha sido el representante más ortodoxo del sector soberanista del PNV. Llegó a pugnar por el control del partido con Josu Jon Imaz y de aquella batalla salió un pacto interno tácito de reparto de poder y no agresión que se ha mantenido hasta ahora. Durante años, el líder de Gipuzkoa ha podido ubicar a personas de su máxima confianza en cargos institucionales. El mejor ejemplo de ello es la presidenta del Parlamento Vasco, Bakartxo Tejeria. Hace unos días dimitió en la Cámara María Eugenia Arrizabalaga, una de sus más estrechas colaboradoras y que está en todas las quinielas para poder sustituirle.
Egibar también quedará inmortalizado como quien defendió a los implicados por corrupción en el 'caso De Miguel', la mayor trama con cargos del partido implicados. Los condenados eran dirigentes afines que entonces controlaban el aparato de Álava. Alfredo de Miguel, el máximo responsable de los hechos investigados, llegó a recibir un caluroso abrazo de Egibar cuando acudió a la comisión de investigación abierta en el Parlamento. Allí estaba también Arrizabalaga.