Lina, la persona que se encontraba con la víctima cuando empezó el ataque, asegura que tanto Diego M.M. como Catherine S.B. aludieron a su homosexualidad y que la acusada no trató de parar los golpes
Una acusada por el asesinato de Samuel, en el juicio: “Tienen razón, es una cacería, una animalada”
Lina era la amiga con la que Samuel Luiz se encontraba en la madrugada del 3 de julio de 2021, cuando sufrió una brutal agresión en grupo que acabó con su vida. Ha declarado en la tercera sesión del juicio y ha afirmado que tanto Diego M.M., el acusado que supuestamente empezó a darle golpes, como la que entonces era su pareja, Catherine S.B. llamaron a la víctima “maricón de mierda” antes de que empezase la paliza. Ambos, insistió ante el jurado, les reclamaban que dejasen de grabar, pese a que tanto ella como Samuel les dijeron que estaban haciendo una videollamada.
Además, Lina contradijo la versión dada por Catherine S.B. en su declaración, en la que aseguró que ella trató de frenar la agresión, que separó a Diego M.M. cuanto este estaba sobre Samuel golpeándolo y que lo abofeteó para tratar de que le hiciese caso. La amiga que estaba con la víctima, que se echó a llorar durante su testimonio, relató que estaban en la parte superior de la bancada del paseo marítimo, cerca del local de ocio nocturno al que habían salido y que hacían una videollamada con otra amiga cuando vieron a una pareja los increpaba y les decía que dejasen de grabar. La homosexualidad de Samuel, sostuvo, se podía percibir por sus gestos, su forma de vestir y su propia voz, que calificó de “dulce” y “fina”.
Relató que Diego M.M. “se lanzó” sobre Samuel y se unieron rápidamente otras personas. Uno de ellos lo agarraba del cuello, contó. Ella trató de parar la agresión y, según su versión, fue entonces cuando se acercó Catherine S.B. para apartarla y decir: “Lárgate de aquí, que no pintas nada”. Recalcó que está “segurísima” de que se lo dijo a ella, no a Diego M.M. y de que su intención no era “proteger” a Lina o frenar la paliza, sino facilitar que la víctima siguiese recibiendo golpes.
Lina expuso que cayó al suelo por el empujón y una pareja, un chico y una chica a los que dijo no recordar, la ayudó a levantarse. A partir de ahí, vio una marabunta de gente golpeando a Samuel, que solo salió de ahí con la ayuda de uno de los senegaleses que trataron de ayudar. Para entonces, explicó, su amigo ya no se tenía en pie por sí mismo. Le insistió para que ella tratase de localizar su móvil y ella retrocedió un poco: “Pensamos que ahí se iba a acabar todo”. Mientras pedía ayuda para encontrar el aparato, vio que un grupo de gente se echaba a correr. “Intuí que iban a por él otra vez”, contó. Entonces, añadió, echó a correr ella también, pero cuando alcanzó a Samuel este estaba ya tendido en el suelo inconsciente, con gente alrededor. Un hombre y una mujer, dijo, estaban ya en el punto y les pidió que llamasen a una ambulancia.