Los problemas para encontrar una vivienda en condiciones a un buen precio no han dejado de escalar en los últimos años. La renta de un piso suele suponer el mayor gasto mensual para cualquier trabajador, algo a lo que se suman también otra serie de imprevistos que pueden afectar directamente a nuestra cuenta bancaria. Es por ello que hay algunas personas que buscan soluciones para despedirse de estos problemas. Para evitarse los gastos mensuales de una hipoteca o un alquiler y las tareas típicas de cualquier hogar, hay algunas personas que deciden cambiar por completo su vida y mudarse a un hotel . Es el caso de Pira Salavirta , una mujer de 76 años que decidió vender su casa para vivir tranquilamente durante más de 15 años en un alojamiento situado del centro de Helsinki, en Finlandia. Así lo recoge el medio finés Iltalehti , que ha hablado en exclusiva con esta mujer. El punto de inflexión para Salavirta fue cuando esta sufrió una hemorragia cerebral . Por entonces tenía 50 años y, después de recuperarse, vendió su casa y se mudó a un hotel . «Fue una buena experiencia estar en el hotel. También me di cuenta de que el estudio de mi padre había estado en esa misma localización. ¡Estaba en casa de inmediato!», ha recordado en esta entrevista. Salavirta se alojó en esta misma habitación de unos 30 metros cuadrados durante quince años, pensando que si le pasaba algo siempre tendría alguien que pudiera ayudarle: «Estaba segura en el hotel. Pensé que la limpiadora me encontraría a más tardar si pasaba algo ». La mujer siempre desayunaba en el hotel y iba a buscar otra comida a las tiendas locales. Además, sus hijos podían ir a visitarle siempre que ella quisiera y no tenía necesidad de hacer las tareas que conlleva una casa: « Me gustó no tener que hacer la cama », ha explicado al hablar de esta experiencia en Iltalehti. Sin embargo, el gran incentivo para mudarse a este hotel fue el ahorro que experimentó durante los años que residió en el establecimiento. Previamente a tomar la decisión, la finesa se había planteado irse a vivir a una residencia de ancianos donde pudieran ayudarla tras sus problemas de salud, pero estimó que esto le habría costado habría costado 720.000 euros , es decir, tres veces más cara que su habitación (pagaba 230.000 euros por vivir en el centro de Helsinki). « Me ahorré 490.000 euros viviendo en un hotel », ha contado al medio finés.
