En España, las motocicletas tienen la obligación de pasar la ITV desde mediados de la década de 1980 y los ciclomotores desde 2006. En el caso de las motocicletas, deben acudir a una estación de inspección técnica a los cuatro años desde su matriculación y, a partir de ahí, cada dos años durante toda su vida útil. Por su parte, esta periodicidad cambia en el caso de los ciclomotores, los cuales deben pasar la ITV por primera vez a los tres años desde su matriculación y, luego, cada dos años. Pese a la obligatoriedad de estas comprobaciones periódicas, el ratio de incumplimiento en acudir a la ITV en este tipo de vehículos es muy elevada. Un hecho que podría explicar la elevada siniestralidad en el último año, según AECA-ITV. De acuerdo con datos de la DGT, durante el 2023 murieron 286 motoristas, lo que representa un 19% más que el año anterior y la cifra más alta de los últimos 10 años. Además, otras 13 personas que viajaban en ciclomotores fallecieron en el último año. Es más, por cada moto nueva se venden dos de segunda mano, pero cuidado con no analizar detenidamente la moto presencialmente tanto en parado como en movimiento ó comprarla sin contratos ni documentación. Estos datos han llevado al Ministerio de Interior a tomar nuevas medidas de seguridad para el colectivo de motoristas para este 2024, entre las que se encuentra el establecimiento de un curso obligatorio para los conductores del permiso B con tres años de antigüedad que quieran conducir motos de hasta 125 centímetros cúbicos, el uso obligatorio del casco integral o modular y los guantes homologados a los motoristas en carretera.