Oscar Puente, el minist… perdón, el matón de Transportes, tan lejos de las hechuras que se le suponen a un ministro, ha sido reprobado por el Congreso. Es sólo un gesto simbólico, pero al menos sirve para recordarle que no tiene siquiera la coartada de una mayoría Frankenstein para justificar una gestión no ya peor que mediocre, sino además marcada por un estilo pendenciero que ha logrado envilecer el cargo. A Puente sólo lo han apoyado PSOE y Sumar, que se ha convertido en la triste muleta de los socialistas, argumentando ridículamente que al PP nunca le ha importado «un pimiento» la gente que coge el tren a diario. Qué cosas. También lo han apoyado los vascos, que llevan días...
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