El 20 de agosto de 2016, Derrick Dearman, de 36 años, entró armado con un hacha en una casa del pueblo de Citronelle, en el estado de Alabama (Estados Unidos). Esa misma noche había intentado acceder varias veces a la vivienda, cada vez más fuera de control, para ver a su novia, pero sus inquilinos, aterrados, le habían impedido la entrada. Sin embargo, poco después de las 3 de la madrugada regresó cuando todos dormían. Según el relato del juez y los fiscales, se abrió paso por la casa, atacando a las víctimas con un hacha que tomó del jardín y luego con un arma que se encontró en la vivienda.
Dearman asesinó a Shannon Melissa Randall, de 35 años; Joseph Adam Turner, de 26 años; Robert Lee Brown, de 26 años; Justin Kaleb Reed, de 23 años; y Chelsea Marie Reed, de 22 años. Después, obligó a su novia, que sobrevivió, a subirse al coche con él y conducir hasta Mississippi, donde la mujer logró escapar. Ahora, ocho años después, Dearman ha pagado por su crimen después de que el estado de Alabama le haya ejecutado este jueves.
Chelsea Reed, que estaba casada con Justin Reed, estaba embarazada cuando fue asesinada. Turner, que estaba casada con Randall, compartía la casa con los Reed. Brown, que era el hermano de Randall, también se alojaba allí la noche de los asesinatos. Turner y Randall tenían a su hijo de 3 meses con ellos cuando fueron atacados, pero el bebé salió ileso.
El acusado, un hombre blanco de 36 años, fue declarado muerto a las 18:14 hora local (23:14 GMT) al recibir una inyección letal en la prisión William C. Holman de Atmore, según notificó el Departamento de Correcciones de Alabama. Sus últimas palabras fueron: "A la familia de las víctimas, perdónenme. Esto no es por mí, es por ustedes. He causado tanto daño. A mi familia, ustedes ya saben que los amo".
En los últimos meses, Dearman había despedido a sus abogados y renunciado a sus recursos para acelerar así la fecha de su ejecución. "Estoy dando, voluntariamente, todo lo que está en mis manos para tratar de pagar una pequeña parte de mi deuda con la sociedad por las terribles cosas que he hecho", dijo en un comunicado reciente, informa Efe.
"A partir de este momento -añadió-, espero que los focos no estén en mí, sino en la reparación de todas las personas a las que he lastimado".
La ejecución de Dearman era una de las dos previstas para el jueves en Estados Unidos. Robert Roberson iba a ser la primera persona del país condenada a muerte por una condena por asesinato relacionada con el diagnóstico del síndrome del bebé sacudido, por la muerte en 2002 de su hija de 2 años, pero un juez aceptó una petición de los legisladores de Texas para retrasar la ejecución de Robert Roberson . Se esperaba que la orden del juez fuera apelada rápidamente por la Fiscalía General de Texas, informa la CBS.
La de Dearman fue la quinta ejecución del 2024 en Alabama y la número 20 en Estados Unidos. Desde que el Tribunal Supremo reintrodujo la pena de muerte hace casi medio siglo, 1.602 presos han sido ejecutados en Estados Unidos, 77 de ellos en Alabama.