Este jueves, en el
GP de Estados Unidos, se conoció que algunos equipos alertaron a la
FIA de que
Red Bull podía haber estado cambiando la altura de su monoplaza en el parque cerrado, entre clasificación y carrera, algo que está completamente prohibido y que, de ser cierto, habría supuesto una gran ventaja competitiva respecto al resto de oponentes, lograda de forma ilegal. Sin embargo, Red Bull se defendió asegurando que tienen un sistema para bajar la altura, pero que "no se puede usar cuando el coche ya está montado y listo para correr".
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