Con solo 17 años, Maritza Jara ingresó en tercer lugar a la carrera de ingeniería civil en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM). En entrevista con La República reveló que se decidió por dicha especialidad tras una insólita razón y compartió su efectivo método de estudio, que consistía muchas veces en dormir 4 horas.
En su segundo intento obtuvo 1431.875, tras una intensa preparación de 10 meses y luego de haber logrado también ingresar a la Universidad Nacional Federico Villareal (UNFV).
Maritza Jara Cruz es una joven de 17 años del distrito limeño de El Agustino. Tras acabar la secundaria en el colegio Juan Croniqueur Appu, en 2023, se inscribió en el ciclo repaso en la academia Vonex y luego continuó con un semestral. No obstante, antes de iniciar su preparación, cuando aún era una escolar, se animó a postular a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) sin mucho éxito.
“El primer examen me fue mal, no tenía muchos conocimientos y el control emocional me jugó en contra. Saqué algo de 729 puntos. Era mi primera vez y me hicieron problema en el examen por la ropa que llevaba puesta y porque tenía que llevar una declaración por ser menor de edad, se me había olvidado. Eso me puso muy nerviosa”, señaló en conversación con La República.
Luego de aquella mala experiencia postuló a la Universidad Nacional Federico Villareal (UNFV), logrando ingresar. Sin embargo, su meta era la UNMSM y en su segunda vez obtuvo el tercer lugar en ingeniería civil, una carrera que desde estudiar desde los 15 años.
Maritza cuenta que a lo largo de su vida vio y vivió malas situaciones como consecuencia de malas infraestructuras. Sin embargo, una en específico la motivó a estudiar ingeniería civil.
“Tuve un accidente debido a una mala infraestructura. Cuando tenía 15 años, me cayó un pedazo de techo en un lugar público. Y luego de ese accidente, llevé terapia, pude reprimir el mal momento y enfocarme en algo en lo que era mi vocación. Antes de ello estaba entre estudiar arquitectura e ingeniería civil, pero eso me ayudó a decirme”, indicó.
Su objetivo es aportar a la sociedad, construyendo cimientos más seguros para evitar que otras personas sufran accidentes como el que vivió.
Maritza recordó a su tutora de la academia Vonex, Yarissa, quien le ayudó a sobrellevar el tema emocional y mejorar su método de estudio. En ese sentido, señaló que una de las cosas más importantes es tener un horario de estudio para no afectar los tiempos de relajo. Asimismo, reconocer qué áreas son más complicadas y qué temas se necesitan practicar más.
“No olvidarse que es bueno practicar porque eres así más rápido y te ahorras tiempo en el examen. En los temas que no dominas mucho o que estás mal, un día antes debes revisar videos y apuntes de clases o leer libros”, detalló.
En su caso, indicó que aprovechó la plataforma virtual de su centro de preparación para revisar los videos de las clases de sus profesores en casa, luego de llegar de clases.
“A veces llegaba a mi casa a eso de las 7 u 8 de la noche y me daba una hora para comer. Luego, trataba de relajarme un poco con mi hermanito y después ya estudiaba. Es importante respetar las horas de sueño, aunque yo a veces dormía 4 o 5 horas, pero en los fines de semana ya dormía regular porque a veces el cuerpo te pide que descanses. Estudiar con un cuerpo cansado no es bueno”, explicó.