Navantia trabaja en el encargo de construcción de cinco fragatas de la nueva clase F-110 para la Armada: ‘Bonifaz’ (F-111), ‘Roger de Lauria’ (F-112), ‘Menéndez de Avilés’ (F-113), ‘Luis de Córdova’ (F-114) y ‘Barceló’ (F-115).
Los trabajos se desarrollan en el astillero de Ferrol (La Coruña).
Medios especializados como Defensa.com han informado en los últimos meses que el ritmo de construcción de las nuevas fragatas avanza mejor de lo previsto. La fecha de botadura de la primera, la ‘Bonifaz’ (F-111), está fijada en noviembre de 2025, pero ya se ha apuntado que se podría adelantar unos meses.
Confidencial Digital ha comprobado que Navantia firmó hace unas semanas un contrato de “Suministro de grasas para la botadura de la fragata F-111”, por 63.404 euros.
El objeto del contrato era “establecer los criterios técnicos y definir los alcances de suministro de grasas (“Basekote”) para los trabajos de preparación y lanzamiento (botadura) de la fragata F111”.
Llama la atención que en los pliegos de la licitación se establece la siguiente “fecha de necesidad”: “Los materiales incluidos dentro del alcance deberán recibirse en el Astillero de Ferrol (Taller de Sierras) antes del 30/11/2024”.
Navantia exige que le entreguen en Ferrol las grasas antes de que acabe noviembre de este año 2024, pese a que la botadura, según se ha publicado, se prevé para un año después.
En la botadura el buque se traslada desde la cama de construcción, donde está levantado el buque entre las gradas del astillero, a lo que se llama cuna de lanzamiento.
El buque sobre la cuna de lanzamiento desliza hasta que toca el agua y queda a flote.
Para que el buque deslice sobre las imadas o pistas de deslizamiento, se aplican capas de grasa.
Navantia ha contratado el suministro de 12.000 kilos de grasa: 8.000 kilos de grasa Kluber Royal Basek 65 HLC o equivalente, y 4.000 de grasa Kluber Royal deslizamiento 4 o equivalente, la primera de base cerosa y la segunda con apariencia de pasta, ambas diseñadas especialmente para botaduras de buques.
La orden de ejecución de las fragatas F-110 se firmó en 2019 por más de 4.300 millones de euros. Contempla construir cinco fragatas, que sustituirán a las seis fragatas F-80 de la clase ‘Santa María’.
Esta nueva generación de fragatas supondrá un salto tecnológico, con el mástil integrado que agrupará sistemas de comunicaciones, radares, equipos de guerra electrónica y optrónicos.
Las F-110 incluirán mejoras en guerra antisubmarina y guerra asimétrica, y un nuevo sistema de mando y control, entre otros avances.