La leche materna es esencial para el desarrollo del bebé y su inmunidad. La doctora Shirley Thuel del Colegio de Profesionales en Nutrición de Costa Rica (CPNCR) explicó a La Nación la importancia de la lactancia materna, el tiempo recomendado para amamantar y cómo la alimentación influye en la producción de leche materna. También abordó qué hacer en casos donde el bebé no pueda recibir leche materna y compartió recomendaciones adicionales para las madres lactantes.
La lactancia materna es el mejor alimento para el bebé, ya que contiene inmunoglobulinas esenciales que fortalecen el sistema inmunológico y ofrece la cantidad adecuada de macronutrientes, como carbohidratos, proteínas y grasas. Estos macronutrientes cambian conforme el niño crece. Durante el primer año, los bebés experimentan un crecimiento rápido, y la leche materna se adapta a sus necesidades en cada etapa. “La leche materna no solo alimenta, también protege. Si el bebé se enferma, la leche cambia su composición para reforzar las defensas y ayudar a combatir la enfermedad”, indicó Thuel.
Al principio, el cuerpo produce calostro, rico en proteínas y anticuerpos. Luego, la leche se vuelve más rica en grasa para cubrir las necesidades energéticas del bebé a medida que crece. Después de los tres meses, la producción de leche depende más de la succión: cuanto más succiona el bebé, mayor cantidad de leche se produce, lo que reafirma la importancia de dar leche a libre demanda.
No hay un tiempo límite para amamantar. Según Thuel, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda amamantar durante dos años o más, dependiendo del deseo de la madre y el bebé. Algunas madres optan por prolongar la lactancia hasta los tres o incluso cuatro años. “Si una madre puede dar lactancia exclusiva los primeros seis meses, es ideal. Más allá de eso, el tiempo que pueda seguir haciéndolo será beneficioso”, subrayó la especialista en pediatría.
Claves para disfrutar la lactancia materna y no morir en el intento
Aunque hay muchos mitos sobre alimentos específicos que pueden aumentar la producción de leche, lo más importante es mantener una buena hidratación y seguir una dieta balanceada. A continuación, la doctora Thuel compartió algunos puntos clave:
A menudo se escucha que ciertos alimentos, como las hojas de una fruta o la avena, pueden aumentar la producción de leche. Thuel señaló que estos son mitos. Si bien algunas madres pueden percibir un aumento, no existe evidencia científica que respalde que alimentos específicos produzcan más leche. La clave está en la succión del bebé y la hidratación constante.
La necesidad de producir más leche puede surgir en diversas situaciones, como cuando el bebé atraviesa etapas de mayor demanda o “picos de crecimiento”. Durante estos periodos, el bebé succiona más para estimular la producción. Asimismo, las madres con condiciones como hipotiroidismo o problemas hormonales podrían tener dificultades para producir suficiente leche, aunque estos casos son poco frecuentes. Incluso las madres con pezones invertidos o pequeños pueden amamantar sin problema.
¿Es riesgoso tomar medicamentos durante la lactancia?
En algunas ocasiones, como en los casos de bebés con alergia a la caseína (proteína presente en la leche materna y en los lácteos), amamantar puede no ser posible. La doctora explicó que esta es una de las alergias alimentarias más comunes en los bebés. Para estas madres, se recomienda seguir la “dieta del amor”, un régimen en el cual se eliminan todos los alimentos que contengan leche. Esto incluye evitar algunos productos como pan o galletas que contienen derivados lácteos. Bajo la supervisión de una nutricionista, esta dieta permite que la madre siga amamantando sin afectar al bebé.
Cuando el bebé no puede consumir leche materna debido a alergias o condiciones físicas como el frenillo corto o el paladar hendido, se recomienda usar fórmulas especiales, siempre bajo la orientación de un pediatra o una nutricionista certificada en lactancia. En casos extremos, se pueden utilizar fórmulas hipoalergénicas. Sin embargo, Thuel destacó que se debe priorizar el amamantamiento, siempre que sea posible, debido a sus numerosos beneficios.
Para las madres que desean producir más leche, Thuel recomendó las siguientes prácticas:
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Finalmente, la doctora Shirley Thuel hizo un llamado a todas las madres a no desanimarse. “Todas, con pechos pequeños o grandes, podemos dar de mamar. La lactancia es un acto de amor, y cada gota de leche materna vale su peso en oro”.