El Servicio de Administración Tributaria (SAT) podría endurecer su recaudación de grandes contribuyentes durante el primer año de gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, derivado de los múltiples objetivos que se tienen para concretar los programas sociales, las obras de infraestructura, entre otras cosas.
La administración de Claudia Sheinbaum deberá, durante su primer año de Gobierno, cumplir con los objetivos planteados desde la campaña. Algunos de ellos se trabajarán este año en el Congreso, como son las reformas para que los programas sociales suban a nivel constitucional, así como la creación de una beca para estudiantes de educación básica y una pensión para mujeres a nivel nacional.
Otros rubros en los que el Gobierno de Sheinbaum debe ‘desembolsar’ millones a lo largo de su primer año son los ferrocarriles que ha prometido como una de sus obras estrella. Cabe destacar que en semanas recientes dio el banderazo de salida para la construcción de los ferrocarriles México-Pachuca y México-Querétaro.
La pregunta es: ¿de dónde saldrá todo el dinero? Y entre las posibilidades está la reducción al gasto operativo, la modulación de los propios programas sociales, la reprogramación del déficit fiscal, así como la recaudación de impuestos más ‘agresiva’ de parte del SAT.
En ese sentido la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) deberá hacer una labor cuidadosa para que todo salga conforme los planes, según explicó Enrique Quintana, vicepresidente y director general editorial de El Financiero, en su columna de este jueves 17 de octubre.
El periodista mencionó que las metas fiscales y el gasto que pretende el gobierno de Claudia Sheinbaum son, en una primera instancia, “incompatibles”, ya que además de cumplir con los programas sociales y las obras de infraestructura, debe cumplir con el déficit fiscal prometido del 3.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), así como presentar cifras “creíbles” para los mercados financieros en torno a la estimación del propio déficit.
“No se podrán sobreestimar ni los recursos públicos que planean captarse ni tampoco el crecimiento del PIB”, mencionó Quintana, quien además dijo que la labor que debe hacer Hacienda se debe cumplir “sin que haya cambios en las tasas impositivas, que pudieran permitir incrementos de la captación tributaria”.
De acuerdo con Enrique Quintana, los aumentos en la recaudación de impuestos del SAT necesitan provenir de una administración tributaria más eficiente, así como la reducción de la evasión y la elusión.
En el caso de los grandes contribuyentes, se espera una “dura presión fiscal” del SAT con el objetivo de lograr el incremento de la captación tributaria de 3 por ciento, que implicaría un aumento cercano a los 3 mil millones de pesos.
Enrique Quintana adelantó que es posible que la estimación de 2025 se ajuste “hacia arriba” cuando se presente el paquete económico, en noviembre próximo.