Ahora que la 34.ª edición de la 080 Barcelona Fashion llega a su fin, la última jornada ha sido el cierre perfecto para una semana llena de creatividad e innovación. Los diseñadores han apostado por reinterpretar conceptos clásicos y transformarlos en piezas cargadas de simbolismo y experimentación. Con nombres como Zoe Oms, Alvar Merino, Gau, Reveligion, Habey Club, Paolo Leduc y 080 Reborn la pasarela catalana ha vuelto a destacar por su diversidad estilística, ofreciendo una mirada fresca y sofisticada que deja huella en la moda española.
Como hemos visto en las jornadas anteriores, cada diseñador ha aportado su sello personal, y en este cierre, las propuestas que han pasado por el Recinte Modernista de San Pau han continuado sorprendiendo, tanto por su mensaje como por su ejecución. He aquí un análisis de lo que se vio ayer 17 de octubre en la 080 Barcelona Fashion.
La colección 'Ribbons and Ruffles' de Zoe Oms fue una audaz reinterpretación de la feminidad. Inspirándose en elementos tradicionalmente considerados femeninos, como los lazos y los volantes, la diseñadora catalana llevó estos códigos a un nuevo terreno al exagerarlos y mezclarlos con un aire masculino. La pasarela se convirtió en un espacio donde lo femenino y lo masculino coexistían de manera fluida, creando siluetas que rompían con las convenciones de género.
Con 'Cicatrices', Alvar Merino exploró la piel humana como una metáfora de la evolución y la adaptación. A través de tonos y texturas que evocaban la elasticidad y la vulnerabilidad de la piel, Merino hizo una analogía entre la piel y la ropa, ambas capas que nos envuelven y nos permiten expresar quiénes somos. La colección jugó con materiales que imitaban las cicatrices y la textura natural de la piel, creando piezas que eran tanto visuales como táctiles.
Gau presentó una propuesta inspirada en la geometría de las colmenas de abejas y la elegancia de la arquitectura griega. Con 'Néctar', el diseñador uruguayo creó una colección que jugó con volúmenes esculturales y texturas experimentales, todas realizadas artesanalmente por el propio diseñador. Las referencias a las columnas griegas y las formas de la naturaleza se manifestaron en prendas que parecían verdaderas obras de arte, donde cada pliegue y textura contaba una historia.
Con la colección 'The Bloom', María Rodríguez, directora creativa de Reveligion nos invitó a un universo onírico donde la luz y la oscuridad encuentran su equilibrio perfecto. La combinación de tonos pastel suaves con acentos negros creó una atmósfera etérea y soñadora. Volúmenes dramáticos en faldas y mangas contrastaban con siluetas ajustadas, aportando una sensación de ligereza que parecía flotar sobre la pasarela. Cada pieza evocaba una dualidad entre lo delicado y lo poderoso, jugando con texturas que celebraban la belleza del contraste.
Habey Club nos invita a reflexionar sobre el ritmo frenético del mundo laboral con su colección 'Obssesed', una oda a la vida del workaholic. Los tonos tierra y grises recuerdan a los trajes de oficina, mientras que los detalles como los bolígrafos y papeles de oficina se convierten en elementos visuales y conceptuales que completan esta narrativa. Las piezas clave incluyen blazers estructuradas que exageran posturas incorrectas, faldas asimétricas que caen con elegancia mientras capturan la sensación de caos, y camisetas estampadas con frases y gráficos que aluden a la obsesión por el trabajo.
Paolo Leduc reinventa la sastrería con 'Sons of Tailoring', una fusión de sus raíces barrocas españolas y la elegancia francesa. La colección es un híbrido entre el streetwear y la alta costura, con trajes estructurados que destacan por sus detalles rockeros y urbanos. Los abrigos de líneas rectas y colores neutros contrastan con estampados vibrantes y gráficos que recuerdan al estilo callejero, creando un diálogo entre la tradición y la modernidad.
En su tercera edición, Fermín & Gilles lanzan una clara declaración en pro de la moda circular. Inspirada en la contracultura, la colección se basa en cuatro movimientos sociales y culturales: la Revolución Francesa, la contracultura china, el movimiento punk y el emergente movimiento de Soweto. Con prendas recicladas y una estética rebelde, la colección destaca la importancia de la sostenibilidad, instando a los consumidores a prolongar la vida útil de sus prendas y a apostar por una moda más consciente.
