Ser madre adolescente es un dilema más común de lo que pueda parecer, aunque en las últimas décadas la concienciación, conocimiento y acceso a los anticonceptivos ha disminuido los embarazos entre los 15 y los 19 años . Sin embargo, ocurre, y en ese grupo se encuentra Teresa, una joven de 16 años que ha contado su historia a 'Espejo Público' . Se quedó embarazada de su pareja, un año menor que ella, y tuvo claro desde el principio que quería tener el bebé sí o sí. El sueño de Teresa es ser ingeniera, algo que con un bebé recién nacido parece complicado, pero, tal y como ha relatado, ella tiene mucha suerte y es que ha podido continuar estudiando bachillerato gracias a sus padres y el resto de su familia. Desde el momento en el que supo que se había quedado embarazada y les comunicó a sus padres la idea de seguir adelante y no abortar pese a su corta edad, sus progenitores le mostraron todo el apoyo y, entre ella, el papá del bebé y los padres cuidan del niño para que ambos puedan seguir estudiando. «Yo dije que lo quería tener y mis padres me dijeron que me apoyaban», contaba al citado programa de Antena 3. Eso sí, aunque ella entiende que los embarazos adolescentes «son cosas que pasan» , la comprensión que halló en su familia no la encontró en otras madres del instituto. Relata cómo ciertas miradas y comentarios juzgadores se repetían a la salida del centro escolar cuando estaba embaraza, pero ella sabe que esto podría pasarle a cualquiera de las hijas de esas madres críticas. Ahora, es muy feliz: «Para mí el balance ha sido todo positivo. Bruno para mí es el regalo de mi vida y no me imagino la vida sin él». El siguiente paso, quizá el año que viene, es irse a vivir juntos la joven pareja con el bebé, algo para lo que el papá está compaginando estudios con un trabajo a tiempo parcial. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, en 2022 sólo 4,61 de cada 1.000 nacimientos fueron de madres adolescentes, casi la mitad que diez años antes, cumpliendo así la tendencia a la baja de la última década.