La producción de vivienda en Nuevo León, de enero a agosto de este año, cayó un 13 por ciento respecto a los registros del mismo periodo de 2023, de acuerdo con el Registro Único de Vivienda (RUV).
Pese a esto, el estado mantuvo su liderato como la entidad que más unidades construyó en ambos periodos. Para el año en curso, la cifra alcanzó las 11 mil 910, es decir, mil 777 casas menos que en 2023.
Según datos del RUV, Nuevo León participó con el 14.64 por ciento del total nacional, que fue de 81 mil 334.
En el último año, el área metropolitana de Monterrey ha visto un auge en el sector inmobiliario industrial debido a la llegada de empresas de manufactura y tecnología, incluidas las relacionadas con la industria automotriz.
Estos proyectos, que se traducirán en más empleos formales, también aumentarán la demanda de vivienda en el estado.
Para Javier Treviño Garza, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de la Vivienda (Canadevi) en Nuevo León, esta tendencia a la baja en la producción se ha venido presentando desde el inicio de la administración federal 2018-2024.
Además de la eliminación de los subsidios federales, también se añade el incremento en los costos de los materiales para la construcción debido a las altas inflaciones, el impuesto verde aplicado en el estado desde 2022 y las altas tasas de interés.
“Esto ha generado que el gran volumen de derechohabientes ya no cuente con la capacidad crediticia suficiente para adquirir las viviendas que actualmente se pueden ofertar en el estado”.
Por su parte, Guillermo Godínez, especialista en el sector, atribuyó la caída, principalmente de la vivienda de interés social, a diversos factores.
“Además de la desaparición del subsidio, otro factor importante es el aumento en los tiempos para realizar los trámites necesarios para construir fraccionamientos y viviendas. Los plazos para obtener los permisos casi se duplicaron. Además, en el caso de Nuevo León, para poder hacer un fraccionamiento, se deben otorgar permisos de factibilidad de agua y luz. Actualmente, estos permisos no se están otorgando desde hace años, por lo que no hay tierra nueva para construir”.
“Básicamente, en el caso de Nuevo León, esto es lo que está afectando, no solo para mantenerse al mismo nivel del año pasado, sino que la situación es peor que el año anterior”.