Sevilla asiste a otro tiroteo en las Tres Mil escandalizada como una mojigata hipócrita, sorprendida por lo habitual; afectada y doliente, dramática y al tiempo escrupulosa, como si no fuera suya esa miseria. Resulta que hemos descubierto por las redes sociales que en las Tres Mil hay armas de guerra. Y que los clanes las disparan cuando tienen que dirimir sus desavenencias. Habría que concretar eso de ‘las Tres Mil’. Como aprendimos en ‘Love Actually’, una cosa es Wandsworth y otra su “parte chunga”. Pues una cosa son las Tres Mil Viviendas y otra su parte chunga. A esa parte chunga la ciudad desagradecida la bautizó como barriada Martínez Montañés, o Las Vegas. Será por el drama barroco de su...
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