Un equipo de investigadores chinos ha anunciado el desarrollo de una batería pionera, diseñada específicamente para operar en el hostil entorno marciano. ¿Por qué? Utiliza componentes de la atmósfera de Marte como fuente de energía. El dispositivo tiene una duración impresionante de hasta 1.375 horas por carga, lo que equivale a casi dos meses en el planeta rojo, lo que proporciona una ventaja significativa para las misiones espaciales prolongadas. Este avance representa un gran paso hacia la autosuficiencia energética en futuras exploraciones planetarias.
El diseño de esta batería es fruto de una colaboración entre el profesor Peng Tan y el doctor Xu Xiao, según informó un comunicado de la prensa científica china. Los expertos han logrado superar algunos de los principales desafíos que plantea la exploración de Marte, como son las extremas fluctuaciones de temperatura y la escasez de recursos energéticos convencionales.
El núcleo de la batería reside en su capacidad para utilizar el abundante dióxido de carbono de Marte como combustible. A través de un proceso químico innovador, el dispositivo convierte el CO2 en energía eléctrica, con el oxígeno y el monóxido de carbono presentes en la atmósfera marciana, actuando como catalizadores en este proceso. La clave del diseño es un nuevo tipo de electrodo que maximiza el área de reacción, lo que permite una mayor eficiencia y densidad energética.
La tecnología se basa en la formación y descomposición repetida de carbonato de litio dentro de la celda de la batería. Además de su eficacia, este mecanismo es sostenible, dado que permite recargas con el uso de energía solar, lo cual es esencial en un entorno donde los recursos convencionales de energía son inexistentes. Con una densidad energética que alcanza los 765 Wh/kg, esta batería establece un nuevo estándar para las tecnologías de energía en ambientes extraterrestres.
Utilizando recursos que son abundantes en Marte, los investigadores están preparando el camino para el posible establecimiento de comunidades en el planeta rojo, donde la sostenibilidad sería clave. Por otro lado, este tipo de tecnología tiene el potencial de adaptarse para su uso en la Tierra, contribuyendo a los esfuerzos de energía renovable y reducción de emisiones de carbono.
Aunque la batería ha superado las etapas iniciales de diseño y pruebas de laboratorio, su desarrollo aún se encuentra en una fase temprana. Los investigadores están enfocados ahora en perfeccionar la estabilidad y la capacidad de las baterías para operar bajo las condiciones extremas de presión y temperatura de Marte. Los próximos pasos incluyen pruebas más extensas y la integración de estas baterías en sistemas de prueba de rovers y otros dispositivos que podrían ser enviados a Marte en próximas misiones.