El empresario Manuel Calle López, secuestrado el 30 de septiembre en Áncash, y rescatado la tarde del jueves, fue obligado a grabar videos donde pedía a su familia pagar un rescate mientras era torturado. Los delincuentes exigían S/3 millones y no dudaron en mutilarle los dedos de las manos.
Calle López, de 64 años, fue encontrado deshidratado en una vivienda en construcción del centro poblado menor Vinzos (Chimbote), provincia de Santa. Estaba descalzo y con varios kilos menos.
Durante la operación de rescate ejecutada por la División Antisecuestros fueron capturados tres peruanos y un colombiano. Se trata de Yeferson Cruz Carranza (26), Jorge Luis Yupanqui Castillo (22), Juan Carlos Zapata Reyna (25) y el extranjero Luis Alejandro Tiria Niño (33).
El emprendedor había sido plagiado hace 11 días cuando se encontraba en el almacén de su ferretería. La denuncia fue presentada ese mismo día por sus familiares en la comisaría de Sihuas. La PNP inició una investigación conjunta en Áncash y La Libertad para localizarlo.
La indagación se centró en la banda criminal ‘Los Pulpos, Nueva Generación’, conocida por su historial de secuestros y extorsiones en La Libertad y que, según las autoridades, busca expandir sus operaciones hacia Áncash y Lambayeque.
En el lugar de la intervención, los agentes incautaron dos pistolas, cuatro teléfonos celulares, dos llaves de esposas (marrocas) y un vehículo de placa F8S-008, que había sido reportado como robado.
La Policía atribuyó este secuestro a miembros de la organización criminal ‘Los Pulpos Nueva Generación’. Uno de sus cabecillas sería Jolín Bazán, alias Jolín. Este sujeto tiene orden de captura internacional y, según información de inteligencia, es el brazo derecho de Jhonsson Smith Cruz Torres.
“La banda estaba preparada para mantenerlo varios días cautivo. No estábamos ante improvisados. Se comunicaron con la familia y les enviaron videos. Cada día lo torturaban”, señaló un agente que colaboró con la familia durante los días que duró el cautiverio.
“Somos gente trabajadora, tenemos deudas, debemos pagar a los empleados y la suma que pedían solo estaba en la imaginación de alguien, era inalcanzable”, reveló uno de los familiares del empresario.
Las personas que realicen secuestro contra menores de edad, adultos mayores, o cuando la víctima tiene discapacidad física o mental, pueden ser sancionados con penas privativas de la libertad no menor de 20 años hasta con cadena perpetua, de acuerdo a las agravantes que se presenten en el hecho.
Así lo sostiene la jueza Sabina Espinoza, quien explicó las características de este delito y sus agravantes.
“El secuestro se configura cuando una persona es privada de su libertad sin derecho, motivo, causa o justificación, impidiéndole movilizarse libremente y restringiendo su libertad”.
