Investigadores de la Universidad de Essex, en Reino Unido, han descubierto que una combinación de 14 ‘genes de la delgadez’ ayudan a sus portadores a perder el doble de peso al correr media hora tres veces por semana.
El equipo, dirigido por el doctor Henry Chung, de la Facultad de Deporte, Rehabilitación y Ciencias del Ejercicio, descubrió que las personas con más genes adelgazaban más en ocho semanas. Así, las personas con más marcadores perdieron hasta cinco kilogramos durante el estudio, mientras que las que no los tenían bajaron una media de dos kilos.
Concretamente, el estudio señaló al gen PARGC1A, que codifica el PGC-1-a, como clave en este proceso de pérdida de peso, ya que estaba presente en los participantes que más adelgazaron. Según los resultados, el 62% de la pérdida de peso estaba relacionada con la genética, mientras que el 37% se atribuía al ejercicio y al estilo de vida.
Sin embargo, a pesar de estos resultados, el Dr. Chung subraya que los factores relacionados con el estilo de vida y la dieta siguen siendo vitales para adelgazar. «Es importante recordar que los genes no harán nada sin el ejercicio y los cambios en el estilo de vida, ya que todos están interrelacionados», apunta.
«Sin hacer nada, no mostrarán su verdadero potencial y, entonces, no importa qué genes tengas. Aparte de la pérdida de peso, el ejercicio tiene muchos beneficios, desde la salud mental hasta la forma física cardiovascular, por lo que aconsejo a todo el mundo que siga entrenando, aunque no note la diferencia en la báscula», asevera el doctor.
El estudio incluyó a 38 participantes de entre 20 y 40 años, y se les indicó que siguieran su dieta y hábitos de vida normales, que no realizaran ningún otro entrenamiento y se les pesó antes y después del estudio. Ahora, ha sido publicado en la revista Research Quarterly for Exercise and Sport.
Chung espera que la investigación permita a gobiernos, empresas y particulares adaptar mejor las intervenciones sanitarias. «Si somos capaces de comprender mejor el perfil genético específico de una persona, es de esperar que esto se traduzca en intervenciones mejores y más eficaces para mejorar los resultados sanitarios», concluye Chung.