La misión de la ONU en el sur de Líbano ha denunciado este sábado que uno de sus soldados resultó herido anoche «por disparos» en el cuartel general de Naqoura, sin concretar el origen de las balas a la espera de completar la investigación sobre el incidente. La Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el país (FINUL, por sus siglas) ha detallado que el militar, cuya nacionalidad ha evitado concretar, «fue sometido a una cirugía en nuestro hospital de Naqoura para extraerle la bala y actualmente se encuentra estable».
Asciende a cinco el número de cascos azules heridos en estos tres últimos días, en mitad de los combates entre las Fuerzas de Defensa israelíes y los milicianos de Hizbulá. En los dos casos previos, la FINUL atribuyó la autoría a Israel, que reconoció los hechos y anunció que investigaría lo sucedido, pese a descargar la responsabilidad en la cercanía de las posiciones del contingente de la ONU y Hizbulá.
En paralelo, los edificios de la FINUL en Ramyah, barrio del municipio libanés de Bint Jbeil, fronterizo con Israel, sufrieron también «daños importantes debido a explosiones de bombardeos cercanos», de acuerdo con la misión. «Recordamos a todos los actores sus obligaciones de garantizar la seguridad del personal y las instalaciones de las Naciones Unidas, lo que incluye evitar las actividades de combate cerca de las posiciones de la FINUL», subraya en el comunicado el contingente internacional.
Israel ha solicitado a la FINUL desplazar hacia el norte a sus efectivos y abandonar así la Línea Azul que ejerce de frontera con Líbano. Pero la misión de la ONU defiende su postura y garantiza que todos sus efectivos permanecerán en sus puestos. Los militares irlandeses de las fuerzas de paz de la ONU en Líbano ya rechazaron abiertamente la semana pasada la petición formulada por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
El Estado judío dirigió su petición por partida doble: tanto al mando central de la fuerza de paz como a los países que forman de la misma, entre los que se encuentra Irlanda, solo para recibir una negativa por ambas vías. «El 30 de septiembre las FDI informaron a la FINUL de su intención de realizar incursiones terrestres limitadas en Líbano. También pidieron reubicar algunas de nuestras posiciones», explicó el portavoz de la FINUL, Andrea Tenenti, que insistió en que «los cascos azules permanecen en todas sus posiciones y la bandera de la ONU sigue ondeando».
«Estamos ajustando regularmente nuestra postura y actividades y tenemos planes de contingencia listos para ser activados si fueran absolutamente necesarios», explicó el portavoz, cuya «prioridad absoluta» es la seguridad del personal de la misión. «Seguimos pidiendo a Líbano y a Israel que se comprometan de nuevo con la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad con hechos, no solo palabras como única solución viable para devolver la estabilidad a la región", zanjó.