Jannik Sinner activó el “modo máquina” para derrotar a Tomas Machac (6-4 y 7-5) en las semifinales del Masters 1.000 de Shanghái. El checo estuvo algo más irregular que en la ronda anterior, en la que sorprendió a Carlos Alcaraz, pero ni mucho menos se lo puso fácil al número uno del mundo.
Machac empezó con un break para ponerse 0-2, que el italiano recuperó. El checo sólo sucumbió en los juegos calientes de ambos sets. Con 5-4 y sacando en el primero y con 6-5 sacando en el segundo, fue cuando llegaron las roturas definitivas de Sinner, que apenas cometió errores en todo el encuentro. Está siendo el mejor tenista de la temporada, con sus dos títulos de Grand Slam, el Open de Australia y el US Open (los otros dos, Roland Garros y Wimbledon, los ganó Alcaraz) y habiéndose asegurado ya acabar 2024 como número uno.
En todos los torneos que ha disputado, ha llegado al menos hasta los cuartos de final. Campeón en el Open de Australia y en Rotterdam, semifinales en Indian Wells, campeón en Miami, semifinales en Montecarlo, cuartos de final en el Mutua Madrid Open, semifinales en Roland Garros, campeón en Halle, cuartos de final en Wimbledon, cuartos de final en el Masters 1.000 de Canadá, campeón en Cincinnatti y en el US Open, finalista en Pekín y ahora, como poco, finalista en Shanghái. Ha ganado seis títulos y sólo ha perdido seis partidos, pero únicamente cuatro jugadores le han derrotado: Alcaraz en tres ocasiones, sus tres cara a cara de este curso; Tsitsipas, Medvedev y Rublev. En Madrid, no pudo jugar los cuartos contra Félix Auger-Aliassime, por lesión.
Su partido de semifinales de Shanghái contra Machac vivió un momento muy divertido, casi al final.
A Machac se le rompió la raqueta. No las cuerdas, el marco, y fue a cambiarla. Sinner no entendía nada y el checo le dijo: “Juegas muy rápido”. Como diciendo que tenía que pegarle tan duro a la bola (o que el italiano le pegaba tan fuerte) que la raqueta había cedido. Le mostraba el roto a su rival, pero el italiano seguía sin comprender y se acercó a la red y ya todo tomó sentido. “Ah”, exclamó.
El número uno del mundo espera ahora al vencedor del Djokovic - Fritz.