El video de un oso andino que se pasea desorientado por un terreno árido donde antes abundaba el agua que abastece a Bogotá, la capital colombiana sumida en una severa crisis por la intensa sequía, prendió el viernes las alarmas de autoridades.
El inusual registro publicado por el acueducto de la ciudad muestra al también conocido como "oso de anteojos" (Tremarctos ornatus) elevarse en dos patas para avistar mejor su hogar convertido en un desierto.
"¡Él también necesita agua! Y necesita que sigamos juntos por un consumo responsable", anotó en la red X la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAB).
De pelaje negro y antifaz blanco, el oso fue grabado cuando un equipo de la entidad documentaba con un dron las consecuencias del cambio climático en el páramo de Chingaza, una zona de reserva natural ubicada a unos 30 kilómetros de la ciudad.
Claves para enfrentar el calentamiento global, los páramos son ecosistemas de alta montaña en zonas ecuatoriales, de vegetación robusta, apta para retener agua y resistir variaciones de temperatura.
"Del buen funcionamiento del páramo depende su bienestar", anotó la entidad en referencia a esta especie -endémica en las regiones andinas montañosas de Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia- y en estado vulnerable de conservación, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Bogotá está bajo un racionamiento de agua por zonas desde abril debido al muy bajo nivel de los embalses que surten a sus ocho millones de habitantes. Los de la zona de Chingaza están en un 43%.
La temporada seca ha desatado incendios forestales en los alrededores de la capital y otras regiones del país.
El río Amazonas, uno de los más largos y caudalosos del mundo que atraviesa buena parte de Sudamérica, se redujo hasta en un 90% en los últimos tres meses en Colombia.
El país, con una de las mayores riquezas naturales del mundo, acogerá la COP16 sobre biodiversidad que se celebrará del 21 de octubre al 1 de noviembre en Cali (suroeste).
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