El 12 de octubre de 1984, Margaret Thatcher gobernaba Reino Unido con mano de hierro y aplicaba de forma implacable sus recetas liberales. La confianza en su liderazgo duró hasta 1991, aunque pudo terminar mucho en ese día, cuando el IRA (Ejército Republicano Irlandés Provisional) llevó a cabo el ataque terrorista más ambicioso de su historia: estuvo cerca de asesinar a la primera ministra con una bomba, lo que hubiese servido para confirmar el alcance de la organización y cambiar para siempre la historia del país. Aquel atentado fue perpetrado por Patrick Magee, un destacado miembr ...