Al comienzo del mes, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) publicó los resultados de la medición del mercado laboral, con datos al mes de agosto. La noticia que más llamó la atención fue que la tasa de desempleo alcanzó su nivel más bajo desde que el INEC comenzó a realizar la Encuesta continua de empleo, en el 2010. Que solo el 6,7 % de quienes buscan empleo no lo encuentren es una excelente noticia, considerando que, incluso antes de la emergencia nacional por covid-19, ya rondaba el 11 %.
Sin embargo, el desempleo es solo una de las características para describir el mercado de trabajo, y para tener un panorama completo es necesario observar, al menos, otros dos indicadores: la ocupación y las personas que no buscan trabajo.
La tasa de ocupación es un indicador más estable para analizar la situación del empleo, ya que mide la relación directa entre quienes tienen edad para trabajar y quienes tienen un empleo. Ese porcentaje de personas con trabajo alcanzó el 56 % en febrero del 2020 y, aunque se desplomó durante el período de emergencia sanitaria, ya en los años pospandémicos ha promediado un 51 %. Sin embargo, no ha logrado superar el umbral del 53 %, como el dato publicado para agosto (un 53,3 %), a pesar de que el número absoluto de personas con empleo sí supera el observado antes de la pandemia (2.227.240) y que al mes de agosto cerró en 2.244.436.
¿Por qué este aumento en la cantidad de empleados no fue suficiente? Porque, mientras el número de empleos creció un 0,8 %, la población económicamente activa alcanzó un 6 %, es decir, el incremento de las personas que podrían requerir trabajo ha sobrepasado, en gran medida, el número de puestos creados. Esto implica que, para alcanzar, cuando menos, la tasa de ocupación del 56 % que teníamos antes de la pandemia, se requieren 115.000 empleos adicionales, que esperemos sean creados a corto plazo.
¿Cómo es posible tener el porcentaje de desempleo más bajo de los últimos años y, al mismo tiempo, una baja tasa de ocupación en comparación con la situación anterior a la pandemia? La respuesta está en el indicador de personas fuera de la fuerza de trabajo, sobre el cual comentaré en la próxima columna.
El autor es economista.