El juez de paz del centro poblado de Nallaritos, en Sullana (Piura) Irving Agurto Ponce, denunció haber sido víctima de extorsionadores que le exigen el pago de S/ 5,000 para no atentar contra su vida y la de su madre. Según la declaración presentada ante la Policía Nacional del Perú (PNP), las amenazas comenzaron el pasado 7 de octubre, cuando recibió las primeras llamadas telefónicas y mensajes intimidatorios.
La autoridad, explicó que los delincuentes han sido claros en sus amenazas, advirtiéndole que, si no paga la suma solicitada, cumplirán sus amenazas de violencia. Las extorsiones se centran no solo en él, sino también en su madre, lo que ha intensificado la preocupación de la autoridad. "Si no entrego el dinero, no solo yo estaré en peligro, sino también mi madre", declaró el juez a las autoridades locales.
Además de las exigencias económicas, los extorsionadores le han prohibido denunciar el hecho, bajo amenaza de intensificar sus acciones. "Me han dicho que si denuncio, matarán a mi madre, y que la policía no podrá protegerme las 24 horas", relató Aborto Ponce.
Ante esta situación, el juez de paz ha solicitado formalmente garantías para su vida y la de su familia, con la esperanza de que las autoridades tomen medidas rápidas y eficaces para neutralizar a los responsables.
En un caso paralelo, se ha reportado que el presidente de la Beneficencia Pública de Sullana también ha sido víctima de extorsión bajo un modus operandi similar. Los delincuentes le estarían exigiendo la suma de S/ 20,000 a cambio de no atentar contra su integridad.
Las autoridades de Sullana están investigando ambos casos, los cuales reflejan el creciente clima de inseguridad en la región. No se descarta que ambos incidentes estén vinculados a la misma banda criminal que opera en la zona, buscando intimidar y lucrar con figuras públicas locales.
Este tipo de extorsiones han incrementado en las últimas semanas en el norte del país, afectando tanto a ciudadanos comunes como a funcionarios. Las autoridades han reforzado su compromiso de intensificar los operativos para desarticular estas redes criminales y garantizar la seguridad de la población.
Mientras tanto, tanto el juez de paz como el presidente de la Beneficencia continúan a la espera de las respuestas correspondientes por parte de la PNP y las autoridades locales, mientras afrontan la incertidumbre de su seguridad personal y la de sus familiares.
Las investigaciones están en curso, y se espera que en los próximos días se tomen medidas para frenar esta ola de extorsiones que está afectando gravemente la tranquilidad en Sullana.
