Vender una vivienda puede convertirse en una tarea complicada y agotadora para quienes intentan hacerlo por su cuenta. Desde redactar anuncios atractivos hasta gestionar la firma ante notario, el proceso implica numerosos trámites que requieren tiempo, conocimientos y dedicación, por ello muchos propietarios deciden solicitar ayuda profesional. Las agencias inmobiliarias se encargan de prácticamente todo el proceso de venta a cambio, claro está, de unos honorarios. Te explicamos a cuánto ascienden, quién asume el coste y qué trámites cubren.
En primer lugar, hay que tener en cuenta que el coste de los honorarios no está regulado, por lo que cada agencia puede establecer un coste en función de sus servicios y experiencia. El coste habitual de esta comisión oscila entre el 3% y el 7% sobre el precio de venta de la casa. A este importe habrá que sumarle el IVA del 21%, ya que no suele venir incluido, a no ser que se especifique que sí.
Existen dos tipos de agencias: las tradicionales y las online o “proptech”. Estas últimas sí que suelen cobrar una tarifa fija cuyo importa varía según los servicios contratados y el precio de la vivienda. Además, algunas de ellas permiten optar por una suscripción mensual. En estos casos negociar el coste de la comisión inmobiliaria para intentar conseguir un mejor precio no suele ser posible.
El coste de este servicio lo suele asumir el vendedor, aunque algunas agencias pueden aplicar también una comisión al comprador, sobre todo si quiere buscar una casa y necesita ayuda. En este último caso, el interesado en comprar la vivienda deberá estar bien informado de esta condición para evitar correr el riesgo de perder la venta en el último momento. También es posible que el precio de compraventa se vea aumentado porque el vendedor repercute la tarifa de la agencia inmobiliaria al comprador, indica iahorro.
En el proceso de compraventa de una vivienda, existen dos momentos clave en los que generalmente se realiza el pago de la comisión a la agencia inmobiliaria, explica iahorro:
Lo habitual es que las tarifas de la agencia se dividan en dos partes, abonando el 50% en cada uno de estos momentos. Sin embargo, las políticas pueden variar según la agencia. Algunas, por ejemplo, pueden solicitar el pago por adelantado para comenzar con la promoción del inmueble y la gestión de los trámites de la venta.
1. Valoración profesional del inmueble. Uno de los primeros servicios que una agencia inmobiliaria ofrece a quienes buscan vender su vivienda es la valoración del inmueble. Este proceso consiste en realizar un análisis detallado para sugerir un precio de mercado adecuado. Es recomendable exigir un desglose del calculo para evitar precios inflados y consultar varias agencias.
2. Promoción del inmueble en diversos canales. La agencia también se encargará de la promoción del inmueble. Esto incluye la producción de imágenes, videos y planos de la vivienda para crear anuncios atractivos que se publicarán en los principales portales inmobiliarios. Asimismo, suelen promocionar las propiedades en su propia página web y garantizar que los anuncios tengan buena visibilidad en los motores de búsqueda.
3. Selección de compradores potenciales. A medida que los interesados comienzan a contactar, la inmobiliaria desempeña un papel crucial filtrando a los potenciales compradores. Evalúan no solo el interés en la propiedad, sino también su capacidad económica, con el objetivo de identificar los perfiles más adecuados para la compra.
4. Gestión de visitas a la vivienda. Otra de las funciones clave es la organización y coordinación de las visitas al inmueble. Una vez seleccionados los candidatos más aptos, la agencia programa las citas para las visitas. Aunque el propietario puede decidir si estar presente o no, es común que sea el agente inmobiliario quien se encargue de presentar la vivienda, destacando sus características de manera profesional y convincente.
5. Negociación de los términos de venta. La negociación es un aspecto crucial del proceso de venta. La agencia actúa como mediadora entre el vendedor y los compradores, buscando asegurar las mejores condiciones para ambas partes y que todos queden satisfechos con el acuerdo alcanzado.
6. Gestión de la documentación necesaria. Uno de los aspectos más delicados al vender una vivienda es reunir todos los documentos necesarios, de los cuales se identifican al menos 10 imprescindibles. La falta de algún documento clave puede no solo retrasar la operación, sino también hacer perder a un comprador interesado.
7. Asesoramiento legal y fiscal. El acompañamiento en el terreno legal y fiscal es una de las principales ventajas de recurrir a una agencia. Los agentes inmobiliarios no solo explican las implicaciones legales del proceso de compraventa, sino que también asesoran sobre los impuestos que deben pagarse y ofrecen recomendaciones para que todo el procedimiento sea lo más ágil posible.
8. Acompañamiento hasta la firma ante notario. Finalmente, el día de la firma de la venta ante notario, el agente inmobiliario estará presente para asegurar que todo se lleva a cabo de forma correcta. Una vez finalizado el proceso, la agencia cobrará sus honorarios por los servicios prestados, cerrando así su intervención.