Un informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil entregado al juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno sostiene que el chalet en el que veraneó José Luis Ábalos en Cádiz fue una prebenda del comisionista de la trama Koldo, Víctor de Aldama. Las pesquisas apuntan a que el intermediario de las mascarillas se refería al exministro de Transportes como «Goblins», al que le adjudicaba una «casa» en sus hojas de gastos relativas a la operación de las mascarillas, que vendieron por 53 millones de euros a varias administraciones, entre ellas el ministerio de Ábalos, «quien había gestionado de manera personal al menos el primero de los contratos», dice la Guardia Civil. La UCO desgrana cómo Aldama utilizó intermediarios, hombres de paja, para comprar la propiedad, sita en la urbanización La Alcaidesa, ubicada entre Sotogrande y La Línea de la Concepción, que Ábalos disfrutó con su familia en el verano de 2021. Antes, su asesor, Koldo García, le había buscado residencia vacacional en distintos portales inmobiliarios. El exministro no pagó el alquiler, motivo por el que recibió de los testaferros de Aldama un burofax reclamando el pago. Koldo reenvió un pantallazo del documento a Aldama junto a un mensaje: «Esto ya es la ostia» (sic). este mensaje permite a la UCO sacar conclusiones: «Se evidencia que el verdadero responsable de efectuar el pago de esas mensualidades no sería Ábalos sino Aldama». Aldama contestó diciendo que se acordara de que le avisó de que «esto llegaría, se tiene que cubrir pero es solo por eso nada más tranquilo y lo hablamos en persona». El hecho de que la trama reclamara el dinero del alquiler a Ábalos, en vez de dejarle la casa gratis, el informe lo explica como represalia por no haber logrado sus intenciones, una licencia de operación para la empresa de hidrocarburos Villafuel, con la que pretendían consumar luego un fraude. Uno de los miembros de la trama envió un mensaje en el que se supeditaba la consecución de la licencia a que Ábalos «mantenga el alquiler de la casa».