El comandante de la Guardia Civil Rubén Villalba no solo se encargó de facilitar "líneas seguras de comunicación" a Víctor de Aldama, sino también a Koldo García, entonces asesor del ministro José Luis Ábalos, "teléfonos en B" que recibieron a cambio de dinero en efectivo, según consta en una conversación intervenida por la Unidad Central Operativa (UCO) una semana después de que estallara la "operación Delorme" que destapó la adjudicación a Soluciones de Gestión, la empresa de la trama, de varias adjudicaciones de los ministerios de Transportes e Interior y de los gobiernos autonómicos de Baleares y Canarias para la compra de mascarillas en pandemia por más de 50 millones de euros.
"Ellos han pagado, durante todo este tiempo, tanto Koldo como Aldama, ellos han pagado por ejemplo cuando les proporcionábamos teléfonos en B, a Koldo. Koldo eso lo ha pagado, siempre ha pagado", asegura Villalba, quien deja claro que no se fía "ni un pelo del Gomina" (en referencia a Aldama, supuesto líder de la trama y presidente del Zamora CF, detenido hace unos días en el marco de una operación contra el fraude en el IVA de carburantes). "No es trigo limpio", añade.
Según el análisis policial, Aldama requería a Villalba "una cantidad elevada de terminales móviles" seguros en poco tiempo, hasta "dos o tres teléfonos por mes". Eran, según una conversación intervenida al guardia civil, teléfonos "de usar y tirar", con los que supuestamente se comunicaba con otros investigados fuera de la organización. "Yo los destruía... No hay rastro de esos teléfonos", aseguraba Villalba. "¿Qué cojones hacemos nosotros comprándole telefonía a ese tío macho?", le pregunta su interlocutor, a quien la UCO identifica como un antiguo jefe de Villalba. Esos teléfonos "los estaban empleando precisamente para que no les pillaran", apunta otro agente en la conversación,.
"Hay veces que el quería dos o tres teléfonos por mes ¿no? Porque decía que lo... que lo contaminaba, pues eso era sumar y cada vez iba dando 2.000 euros para pagar", asegura Villalba en una de las conversaciones intervenidas. De hecho, en una nota incautada se refiere "Kafetera" (lenguaje convenido para referirse a los móviles) junto a una cifra: 1.150 euros.
El informe señala que Koldo y Aldama utilizaban un lenguaje en clave para referirse a esos teléfonos. Cuando el empresario hablaba con el comandante Villalba se refería a los móviles como "cafeteras o café", aludiendo al hecho de hablar mediante esta línea como "cafetear". Por su parte, Koldo hablaba también de "papel" o "papeles".
La Guardia Civil cree que el guardia civil inflaba el coste de los móviles para intentar "justificar las elevadas cantidades económicas percibidas de parte de Aldama", buscando "protegerse" en caso de que Aldama, tras ser detenido, "informase sobre las cantidades" que entregaba al guardia civil. "Yo no sé si en algún momento Víctor va a sacar el aspersor hacia nosotros", se teme Villalba.