La piratería sigue siendo un fenómeno muy extendido en el fútbol español y acabar con ella es una de la grandes batallas del presidente de LaLiga, Javier Tebas. Ver el brillante juego del Barça o disfrutar de Mbappé o Vinicius de manera ilegal no te saldrá gratis y la caza del pirata ya empieza a dar sus frutos.
El presidente de LaLiga, Javier Tebas, no iba de farol y el pasado mes de junio cumplió la amenaza que hizo a quienes consumen fútbol ilegal. "El tema es sencillo. El juzgado mercantil de Barcelona ha decretado en un Auto que todas las telecos de este país están obligadas a dar a LaLiga los clientes que contacten a una serie de direcciones IP que Laliga con su equipo antipiratería va a suministrar", explicó el pasado mes de abril antes de dar el pase definitivo con el envío de sanciones.
LaLiga va en serio en lucha contra la piratería y su último movimiento pilló por sorpresa a muchos usuarios: solicita 450,16 euros por carta por haber accedido a contenidos de LaLiga sin permiso.
Gracias a esta sentencia, la liga española ahora tiene acceso a los nombres y apellidos de ciertos aficionados que piratean ilegalmente sus contenidos. Y según ha anunciado Javier Tebas, las primeras multas por consumir futbol en plataformas 'pirata' ya han llegado a los infractores. Un montante de 450 euros de sanción que "una gran parte aceptaron pagar", añade en una entrevista en la revista Forbes.
En el citado medio Tebas apunta que la piratería le está costando unos 700 millones de euros a LaLiga. De esos 700 millones, 300 vienen de contenido ilegal en España, según el presidente de la patronal de los clubes. Los otros 400 millones se pierden en el mercado global. Ahora, las multas servirán para mitigar dichas perdidas.
El auto del juzgado de Barcelona acabó de un plumazo con la protección de datos al obligar a los operadores a informar a LaLiga de quiénes se conectan a los servidores pirata: dirección IP asignada al usuario, nombre y apellido del titular que contrató el servicio de acceso a Internet, dirección postal de la instalación de la línea y de facturación y documento identificativo (DNI, NIE). De esta forma el consumidor a nivel individual está perfectamente identificado y se puede ir contra él, como demuestran las misivas de Tebas.
Cada vez que hacemos una conexión desde nuestro ordenador a una web o aplicación pirata, queda registrada la conexión directamente con el teleoperador de nuestra señal de internet, y se produce una comunicación entre el servidor 'pirata' y nuestro dispositivo, según explicó en el Partidazo de Cope el experto Juan Carlos Fernández. Durante ese tiempo de conexión, se está compartiendo una información a la que la teleoperadora tiene acceso. Cada vez que los usuarios hacen una conexión pueden contar el tiempo que estás conectado a ese servicio. Se puede, por lo tanto, contar el tiempo que dura el acceso, saber el origen de esa señal y los datos de quien tiene contratado el servicio de internet.
Es muy fácil localizar los dispositivos porque el IP es único. Cada dispositivo o router tiene un IP asignado, y cada vez que se conecta a un servidor pirata, queda registrado.
Esta práctica ya se lleva a cabo en otros países europeos como Italia, donde las sanciones por estas infracciones pueden alcanzar hasta los 5.000 euros.