El Gobierno de Haití ha denunciado este martes en una reunión extraordinaria del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) que República Dominicana está llevando a cabo una estrategia de «limpieza étnica» con su política de deportaciones masivas de migrantes haitianos. «Atacar a personas, únicamente por su origen haitiano, percibido incluso en los casos en que disfrutan de residencia legal o ciudadanía en República Dominicana, constituye una estrategia de limpieza étnica que no tiene cabida en el mundo moderno », ha declarado el representante permanente interino de Haití ante la OEA, Gandy Thomas, según ha recogido la agencia de noticias haitiana Alterpresse. Asimismo, ha indicado que Haití aboga por mantener un diálogo «abierto y sincero con República Dominicana, convencido de que solo soluciones concertadas, basadas en el respeto mutuo, la cooperación y los acuerdos internacionales permitirán resolver esta crisis humanitaria». « Seguimos comprometidos con encontrar soluciones duraderas que respeten los derechos de los migrantes y la dignidad humana», ha manifestado. Por su parte, el representante adjunto de República Dominicana, Radhafil Rodríguez, ha considerado que se trata de un tema bilateral, por lo que ha criticado que el tema se aborde en el foro regional. Así, ha justificado las medidas adoptadas alegando que la situación que vive el país fue «generada por una masiva presión migratoria haitiana» y asegurando que cumplen con el Derecho Internacional. Por otro lado, el gobierno ha realizado una reunión de trabajo sobre el establecimiento de un grupo de trabajo multisectorial --con la presencia de los titulares de Economía, Asuntos Sociales, Sanidad, entre otros-- sobre la acogida y atención de los migrantes deportados. Entre los temas abordados destaca la reintegración de los migrantes, y la actualización de los documentos de identidad , según reza un comunicado publicado por la Oficina del primer ministro, Garry Conille, publicado en su perfil de la red social Facebook. República Dominicana, que comparte frontera con Haití y donde se encuentran alrededor de medio millón de haitianos según los últimos datos de 2017, anunció la expulsión de 10.000 migrantes indocumentados cada semana para «reducir el exceso de población migrante que se percibe en las comunidades dominicanas» y aseguró que lo realizaría «bajo estrictos protocolos que aseguren el respeto de los Derechos Humanos».