Lizbeth Llatas, de 18 años y oriunda del distrito de San Martín de Porres, obtuvo el primer lugar en la nueva carrera de arquitectura de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM). Su familia, originaria de Cajamarca, ha sido testigo de cómo la determinación y una estrategia de estudio adecuada le permitieron cumplir sus sueños. En una entrevista con La República, la cachimba compartió su historia.
Lizbeth Llatas Perez estudió en el colegio Cadillo, ubicado cerca de su hogar en Lima. Aunque inicialmente se preparó para ingresar a derecho, su verdadera pasión siempre fue la arquitectura. "Siempre supe que quería estudiar arquitectura, pero no estaba disponible en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Un psicólogo me sugirió que derecho podría ser mi camino, pero cuando surgió la oportunidad, no dudé en cambiarme", expresó.
La joven terminó la secundaria en 2022 y desde entonces se preparó para el examen de admisión. Aunque al principio se centró en derecho, no dudó en cambiar de camino cuando la UNMSM incorporó la carrera de arquitectura. "Tuve muchas dudas, pero con el apoyo de mis padres y de mi tutor de la academia Vonex, decidí seguir mis sueños y postular a arquitectura", recordó.
Su preparación fue intensa, pero equilibrada; no dedicaba todo el día al estudio, sino que se enfocaba en prestar atención en clase y resolver ejercicios prácticos. "Sinceramente, no soy una persona que se haya matado estudiando. No lo hice, y aunque admiro el esfuerzo de quienes lo hacen, yo no soy así. Si no dormía bien, no rendía como debería. Mi método consistía principalmente en prestar atención completa en clase, entender bien los temas y luego resolver ejercicios", explicó.
En cuanto a sus horas de estudio, tenía una rutina estructurada. "Iba a la academia desde las 8, pero me despertaba a las 6 para alistarme, ya que vivía a una hora de distancia, así que debía salir con tiempo", relató. Además, dedicaba los fines de semana a repasar y practicar en casa, manteniendo un equilibrio entre su vida académica y personal.
Respecto a su experiencia en el examen de admisión, comentó: "Me pareció accesible, aunque no fácil, ya que algo que me resulta sencillo a mí puede no serlo para otras personas". Esta reflexión muestra su reconocimiento de las diferentes dificultades que pueden enfrentar los postulantes. Después de completar el examen, sintió que había hecho lo suficiente para ingresar, aunque no esperaba obtener el primer lugar. "Estaba muy nerviosa, pero al finalizar el examen, supe que lo había logrado. No pensé que ocuparía el primer puesto, pero estaba segura de mi ingreso", agregó.
"Quisiera agradecer a mis padres por todo el apoyo y cariño que me brindaron durante este proceso, por no dejar de confiar en mí; a mis amigos, que me ayudaron con los temas que no comprendía; a mis profesores, por todas las enseñanzas que me dieron, y a mi tutor, por motivarme a seguir esforzándome", finalizó.