La norma que regulará la reducción de la jornada laboral se aprobará como "anteproyecto de ley en trámite de urgencia", para cumplir con los plazos establecidos para que "a 31 de diciembre de 2025" la jornada laboral sea de 37,5 horas semanales. De esta manera, la la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha insinuado de forma implícita que podría llevar adelante la reforma sin el apoyo de los empresarios, ya que "se van a cumplir los plazos para que a 31 de diciembre de 2025 la jornada laboral sea de 37,5 horas semanales".
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la vicepresidenta segunda ha asegurado que en la última reunión de la mesa de negociación con sindicatos y empresarios "sí hubo avances", pues fue "la primera vez que la patronal española se adentró en el núcleo duro de la negociación" por lo que se ha mostrado "absolutamente convencida" de que hay posibilidad de acuerdo con los agentes sociales "porque es una de las medidas más sensibles para la ciudadanía española", que daría cumplimiento al acuerdo de Gobierno entre PSOE y Sumar que fija la rebaja de la jornada semanal a 38,5 horas este año y a 37,5 horas en 2025.
Díaz insistió en que "hay margen para el acuerdo", pese a que las patronales CEOE y Cepyme han mostrado su claro rechazo a esta reforma porque aseguran que es un plan inconcreto y que las medidas son insuficientes para asegurar la supervivencia de las pymes durante el proceso ante los crecientes costes laborales que padecen. Critican que las bonificaciones anunciadas son insuficientes, sobre todo las relacionadas sobre las cotizaciones por contingencias comunes de entre el 80% y hasta el 100% para los nuevos contratos indefinidos para los trabajadores mayores de 53 años, jóvenes y mujeres con dificultades de inserción laboral. Para la patronal solo son "un parche", ya que debería aplicarse de forma generalizada al 90% del tejido empresarial que engloban las pequeñas y medianas empresas. La patronal exige al Gobierno que deje de forzar a los empresarios a pagar 12 días de vacaciones adicionales y "arrime el hombro si de verdad considera tan beneficiosa la reducción a 37,5 horas".
Díaz ha incidido en que se seguirá negociando con patronal y sindicatos en busca del pacto tripartito y que no se levantará de la mesa hasta que lo consiga. "Yo no me voy a levantar de esta mesa. Tengo una paciencia infinita". También ha recordado que la negociación incluye también modificaciones en el registro horario, la desconexión digital o las jornadas irregulares y que se pondrá en marcha un plan de acompañamiento para las pymes. "El compromiso del Gobierno es claro y el plan de acompañamiento es fundamental para que no haya trabajadores de primera y de segunda".