Diferenciarse en el sector turístico es complicado y más en el tema alojamientos. En una época en la que no hay mes que no abra un nuevo hotel de lujo , los detalles son lo más importante a la hora de cautivar a potenciales clientes. Si las cabañas en los árboles, las habitaciones burbujas y los glampings tuvieron su época de gloria, ahora parece que podría ser el turno de una opción que da una vuelta de tuerca más al mundo viajero: los aviones-hoteles. Ubicado en el distrito Pecatu de Uluwatu, a 800 metros de la playa de Nyang Nyang (Bali), se encuentra Private Jet Villa , un avión convertido en alojamiento con capacidad para tan solo cuatro huéspedes , lo que hace que sea una de las opciones más exclusivas de este destino. Los precios por noche parten en unos 4.000 euros. En 2021, el empresario ruso Felix Demin , quien ya posee tres alojamientos de primer nivel en Bali, decidió crear algo nuevo, diferente y llamativo y para ello se propuso rescatar un Boeing 737 que pertenecía a Mandala Airlines , una aerolínea indonesia que dejó de volar en 2014 y que pensaba venderlo como chatarra a China. Tras obtener los permisos pertinentes tuvo que desmontarlo para trasladarlo al lugar escogido –lo cual le llevó una semana– y volver a ensamblarlo casi desde cero en una ubicación espectacular: al borde de un acantilado con vistas al mar. Tras dejar el coche en el aparcamiento privado, los huéspedes ingresan al terreno de esta particular villa a través de un arco de madera caminando a lo largo de una escalera de piedra que conduce hasta el interior del avión. Una vez dentro, aquellos que deseen alojarse aquí encontrarán tan solo dos habitaciones, la Jet Suite, con una espectacular bañera de hidromasajes de piedra en la que relajarse mientras se disfruta de las vistas que está situada en la parte delantera, justo debajo de las ventanas de la cabina, y una Suite de Primera Clase con baño. Ambas disponen de sonido envolvente y todo tipo de amenities premium para hacer que la estancia sea memorable. Además, hay una sala de estar en tonos crema que muestra un sofá acomodado junto a las ventanillas, una cocina totalmente equipada separada de esta estancia por una barra americana y en un lateral del avión, justo sobre una de las alas, se ha instalado una terraza con sofás ry barandillas de vidrio -para garantizar la seguridad- en la que desconectar cóctel en mano. Justo debajo hay una piscina infinita con tumbonas y un jacuzzi y en la parte exterior, rodeada de naturaleza, hay una zona chill out con sofás, una fogata y justo al lado un pequeño helipuerto. Entre sus servicios están las cenas a la carta y menús personalizados creados por chefs internacionales, traslados en helicóptero privado, celebración de bodas, lunas de miel y otros eventos.
