El Gobierno de España pretende plantear una reforma estructural que afecta a los casos de incapacidad temporal y bajas laborales. Así lo confirmó la Ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones Elma Saiz la semana pasada durante un desayuno organizado por Nueva Economía Fórum. Su objetivo es convocar una mesa de negociación con los principales agentes sociales y tratar de convencer acerca de una medida que pretende dotar de mayor protagonismo al trabajador.
No obstante, existen grandes discrepancias entre los diferentes grupos sociales ante esta nueva medida. Por un lado, CC.OO ha achacado a la ministra no haber avisado de la medida antes de hacerlo oficial, mientras que UGT asegura que la medida les plantea muchas dudas, mostrando su preocupación por la atención médica del trabajador. Además, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se ha mostrado contraria a esta reforma, lo que ha provocado la reacción de Elma Saiz, que ha asegurado que la incapacidad temporal es una competencia de su ministerio.
Por su parte, la patronal comparte la posición del Ministerio dirigido por Elma Saiz y valoran de forma positiva la posibilidad de regresar de forma intermitente al puesto de trabajo en casos de enfermedad grave o crónica.
La intención de esta reforma es que aquellos trabajadores con incapacidad temporal (IT) y bajas laborales, "en algunos supuestos y siempre desde la voluntariedad y la garantía de la salud y la seguridad", puedan decidir si desean reincorporarse a la actividad laboral.
Otra de las opciones que se quiere plantear sobre la mesa de diálogo es la posibilidad de que aquellos asalariados pluriempleados que se encuentren en una situación de incapacidad temporal, puedan estar de baja en uno de sus empleos, mientras que realizan su actividad laboral con total normalidad en el otro. "hay personas que pueden estar en una situación de baja para una actividad, pero para la otra sí que pueden desarrollar determinados trabajos", eran las palabras de la ministra Elma Saiz.
Según la ministra, se trata de una medida voluntaria que busca ampliar los derechos de los trabajadores y que no trae consigo una motivación económica, aunque destaca que "la seguridad de los trabajadores está en el epicentro".
La reforma, además de ampliar los derechos de los trabajadores, tiene un fondo más amplio. Detrás de ella está la preocupación del Gobierno por el crecimiento masivo del gasto en bajas laborales. Según los datos presupuestarios de la Seguridad Social, el gasto en subsidios por incapacidad temporal se ha disparado más de un 17% en los ocho primeros meses del año, lo que supone un valor total de 10.422 millones de euros.
Sin embargo, esta medida no es nueva en Europa, ya que muchos países ya han aplicado esta flexibilización. Es el caso de países como Dinamarca o Países Bajos, donde existe una reincorporación progresiva del trabajador en su empleo a través del trabajo parcial o la adaptación del puesto de trabajo. También países como Suecia, Francia o Alemania han planteado el trabajo parcial, aunque en el caso de Alemania, las bajas médicas son parciales y existen requisitos más restrictivos en comparación con otros países.
Por último, Reino Unido cuenta con una medida donde el puesto de trabajo es adaptado a la incapacidad del empleado a través de un certificado denominado "fit notes", logrando así compaginar la baja y el trabajo mediante el uso de la tecnología.
Por su parte, existen otros muchos países que no miran por la rehabilitación del trabajador ni por su regreso al puesto de trabajo. Es el caso de países como Grecia, Polonia, Malta o Croacia.