Seis inmigrantes de origen marroquí han logrado escapar esta madrugada de la sala de inadmitidos de la terminal internacional del aeropuerto de Barajas. Según informan fuentes policiales, tres de ellos han sido interceptados por los agentes, pero los otros tres han conseguido huir de las instalaciones del aeródromo madrileño.
La fuga, explican las mismas fuentes, se habría producido por el mismo agujero por el que la semana pasada se fugaron otros cuatro inmigrantes que habían solicitado asilo en nuestro país. Una brecha en la instalación que, pese a las advertencias de los policías, no ha sido reparada ni por parte del ministerio del Interior, que dirige Fernando Grande-Marlaska, ni por AENA, propietaria de estas instalaciones.
Este nuevo suceso deja patente la falta de unas infraestructuras adecuadas para la custodia de los inmigrantes que llegan al aeropuerto madrileño y solicitan asilo. Tanto es así, que ante la negativa a reparar ese "agujero", el Ministerio del Interior tuvo la ocurrente idea de colocar a dos policías en la azotea con dos escudos durante todo el día. Y como medida disuasoria: dos sillas y una escoba que separan a los agentes de la sala de inadmitidos. Una imagen "tercermundista", según denunció el sindicato JUPOL.
"La sala de inadmitidos de Barajas no reúne las condiciones mínimas de seguridad ni de salubridad", recordaba este lunes el el portavoz de Jupol, Ibón Domínguez.
Hay que recordar que el pasado 1 de octubre, en torno a las 21:00 horas, cuatro ciudadanos marroquíes, solicitantes de asilo, se fugaron de una de las salas de acogida del aeropuerto de Barajas a través de un agujero en el techo. Los agentes de la Policía Nacional que custodiaban la Sala 3 de asilo del aeropuerto madrileño, comunicaron que a través de las cámaras de seguridad había visto en la azotea a algunas personas que se estaban fugando. Pese a que los agentes dieron aviso a la sala 091, no pudieron localizarlos.